La empresa de vehículos eléctricos Tesla se vio envuelta en una fuerte polémica en California, Estados Unidos, luego que su fundador Elon Musk se negara a cerrar una fábrica en ese estado en medio de la crisis sanitaria por el coronavirus.
Luego de varias controversias, finalmente las autoridades obligaron a Musk a cerrar las puertas de la factoría para evitar que la enfermedad se siga expandiendo. Ahora, a más de una semana de la polémica, salieron nuevos antecedentes del escándalo que tuvo en la mira al mayor fabricante de autos eléctricos del mundo.
El medio Protocol informó que Tesla argumentó que su fábrica, que alberga a alrededor de 10 mil trabajadores, estaba dentro de las infraestructuras críticas del país, de ahí que era inviable su cierre temporal.
Sin embargo, la doctora Erica Pan, oficial de salud interina del condado de Alameda, refutó este argumento de manera tajante señalando que "no se considera que Tesla sea un negocio esencial, sino que, considera que la planta de fabricación de Tesla en Fremont es un riesgo para la salud pública", dijo según correos filtrados por el mencionado medio.
Fue así como después de varias conversaciones, Tesla tuvo que cerrar la fábrica y de hecho "se acordó explícitamente que si tuviera que pasar a fabricar ventiladores u otro equipo destinado para ir en ayuda en la lucha contra COVID-19, estas actividades serían permitidas".
Por otro lado, indicó Jalopnik, la compañía también ha reducido las operaciones en su Gigafactory en Nevada en más del 75%, y también ha cerrado su fábrica de paneles solares en Nueva York.
