La tradicional prueba de resistencia de las 24 Horas de Le Mans es uno de los tantos eventos automovilísticos que se vio afectado por el coronavirus, obligando cambiar su calendario pasando de junio -fecha histórica en que se realizaba la competencia- a septiembre.
De hecho, el presidente del Automobile Club de l'Ouest (ACO) y encargado de organizar la carrera, Pierre Fillon, se mostró dispuesto incluso a retrasar el evento para octubre o noviembre si es que la emergencia sanitaria sigue golpeando con fuerza a los países europeos.
Esta modificación en el calendario cambiará completamente el escenario para los competidores de Le Mans que históricamente han corrido en junio, es decir, en condiciones de verano en el hemisferio norte.
Ahora, de disputarse en septiembre o noviembre, tanto la temperatura ambiente como la de la pista serán considerablemente más bajas. También existen riesgos que la visibilidad disminuya de manera importante especialmente durante la noche.
En ese sentido, Ben Crawley, responsable de Goodyear Competición, señaló que las bajas temperaturas de la pista podrían generar una carrera más rápida.
"Podemos esperar en septiembre temperaturas relativamente más bajas y durante más tiempo; quizás más aún durante la noche. Creo que podríamos ver uno de los Le Mans más rápidos o el más rápido de la historia reciente, porque con temperaturas más bajas suele haber expectación por parte de pilotos y equipos, ya que pueden optar por un mejor equilibrio o por centrarse en una especificación más blanda de los neumáticos que tendremos allí", dijo al podcast oficial del Mundial de Resistencia (WEC).
De la misma forma agregó que "con condiciones más frías, el potencial de los neumáticos de rendir al máximo absoluto haría que puedas buscar hacer menos paradas en boxes o más cortas, ya que no tendrás que cambiar gomas tan a menudo como lo harías habitualmente".
Piloto ve mayores complicaciones
Si por un lado desde el equipo técnico que entrega soporte en Le Mans creen que la carrera podría ser más rápida, por el lado de los pilotos aseguran que tanto la poca visibilidad como la eventual lluvia podrían afectar directamente al desempeño.
Así lo señaló Nicki Thiim, piloto oficial de Aston Martin, quien afirmó que "si se retrasa tanto, va a ser una carrera completamente diferente a la que estábamos acostumbrados a ver en verano", dijo según declaraciones recogidas por el medio Motorsport.
"Debo decir que la oscuridad para nosotros, junto a las temperaturas distintas y algunos cambios de la climatología podrían complicarnos la vida. Va a llover en algún momento. Obviamente, la lluvia en la oscuridad no es lo más fácil para conducir, pero sería igual para todos".
"Si tenemos esas condiciones tan frías, todo el equipo tendrá que reunirse y averiguar qué plan tenemos que seguir para sacar el mejor equilibrio y rendimiento de todo ello", declaró.
