Desde que comenzó a construir su nueva gigafábrica en Alemania, el fabricante de vehículos eléctricos Tesla ha enfrentado más de un problema para
levantar su planta en la que pretende construir baterías y autos cero emisiones para el mercado europeo.
Desde el
hallazgo de bombas de la Segunda Guerra Mundial, hasta conflictos con grupos ecologistas por la tala de árboles han sido algunos de los obstáculos que ha debido sortear la empresa de Elon Musk para seguir construyendo a las afueras de Berlín.
Pese a que la mayoría de las trabas ya las ha superado con el paso de los meses, ahora la prensa internacional informó que Tesla encontró un nuevo problema que volvió a detener las obras en Grünheide.
Según indicó el medio Motor.es, un juzgado administrativo de Frankfurt
ordenó nuevamente detener la tala del bosque en el recinto donde se emplaza la fábrica.
La petición fue realizada por e
l grupo ambiental Naturschutzbund Brandenburg, organización que vela por la conservación de la biodiversidad y naturaleza. Esta es la segunda vez que un grupo ecologista logra frenar las obras.
Esta vez, los ambientalistas aseguran que la tala del bosque podría
perturbar la hibernación de serpientes y lagartijas que pueden estar en el subsuelo por lo que, considerando que son especies protegidas, pidieron detener las obras.
No obstante, Tesla ya trabaja en una
apelación para lograr continuar con las obras manteniendo la biodiversidad intacta, indicó la prensa internacional.
Con todo, la empresa de vehículos eléctrico
s espera tener lista la fábrica en julio del próximo año, con el objetivo de comenzar la producción de baterías y autos una vez finalizadas las obras.