El grupo automotriz francés Renault se sumó públicamente a las críticas que han surgido en torno a la propuesta de emisiones que tramita la Unión Europea conocidas como Euro 7 y aseguró que de ser aprobadas lo único que harán es demorar la transición de la industria hacia la electromovilidad.
Así lo aseguró el CEO del conglomerado, Luca De Meo, quien además agradeció al gobierno de Italia por oponerse a esta iniciativa.
Este año los países y legisladores del bloque deben negociar la Euro 7, un conjunto de normas que endurecen los límites de emisión contaminantes de los vehículos, incluidos los óxidos de nitrógeno y el monóxido de carbono, y está diseñada para aplicarse a automóviles y furgonetas a partir de julio de 2025, así como también a autobuses y camiones dos años después.
La disposición se discute luego que a inicios de año el mismo bloque aprobó la prohibición de vender vehículos nuevos con motores térmicos a partir de 2035, salvo los que operen con combustibles electrónicos.
"Quieren introducir una nueva regulación que nos distraiga de nuestra misión de transformar la industria (...) Esto requeriría que pusiéramos mucho dinero en cosas que no tienen futuro, así que me gustaría que la Unión Europea revise sus intenciones", dijo el alto ejecutivo de Renault.
A principios de este mes, el ministro de Transporte de Italia, Matteo Salvini, dijo que su país y aliados en la UE "tienen los números" para bloquear la regulación Euro 7, algo que fue valorado por De Meo.
"Italia ha tomado una posición muy clara al respecto y le agradecemos su apoyo", dijo al respecto el alto ejecutivo del fabricante galo.
La semana pasada Italia, Francia, Polonia, Bulgaria, Hungría, la República Checa, Rumanía y Eslovaquia firmaron una carta en contra de la normativa Euro 7, exigiendo que se reduzcan los nuevos límites de emisiones.
Entre los firmantes de la misiva no se encuentra Alemania, país que se mostró crítico con la Euro 7 y que lideró una alianza para incluir los e-fuels entre las energías limpias que se podrán utilizar cuando se prohíba vender coches nuevos de combustión a partir de 2035.