La Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) informó que en el país se ensamblaron el mes pasado cuatro vehículos, dos más respecto a febrero de 2023, cifra que además fue interpretada como una “reactivación” de la producción, luego que en enero no se anotaran unidades fabricadas.
De acuerdo con el sector, "no hay suficiente mercado" para hacer inversiones en producción de vehículos particulares en el país, otrora potencia en la región con plantas de ensamblaje de marcas como Toyota, Mack, Iveco, Mitsubishi, Chrysler, Ford, Chery y Encava.
En la actualidad solo están activas las plantas Mack e Ivento (Iveco en Venezuela), las que se dedican al ensamblaje de camiones y la planta de Encava, que se encarga de ensamblar autobuses, aunque se desconocen sus cifras de producción.
El año pasado, Venezuela produjo 61 vehículos, lo que implicó una caída del 19,7% en comparación con 2022, cuando la producción fue de 76 unidades, indicó Cavenez.
El Ejecutivo venezolano ha buscado reactivar el sector automotriz, para lo que representantes de esta industria aseguran que se necesita recuperar la financiación, reducida de manera significativa en los últimos años.
La Cámara de Fabricantes de Autopartes (Favenpa) calcula que el parque automotor venezolano acumula un promedio de 22 años de antigüedad, un envejecimiento que atribuye a la caída del poder adquisitivo y a la falta de financiación bancaria para la adquisición de nuevos vehículos, lo que también dificulta hacer un mantenimiento periódico y la compra de repuestos.
El año pasado Venirauto (acrónimo de Venezuela Irán Autos), la automotriz "bolivariana" que Hugo Chávez prometió en 2006, asegurando que generaría una "revolución de la industria automotriz venezolana", puso a la venta algunas miles de unidades en el país caribeño. De ellos, casi la totalidad prevenían de Irán y solo un puñado de ejemplares fueron fabricados en la planta de Venzuela.
En un comienzo la idea era que Venirauto produjera en la nación caribeña unos 25.000 vehículos por año, pero la realidad es que la fábrica sólo operó al 18% de su capacidad instalada al inicio de su periodo, produciendo algunas miles de unidades durante la primera mitad de la década pasada, para luego reducir su producción a sólo algunas cuantas unidades.
