El sindicato más grande de Suecia se sumó a la huelga que los mecánicos de Tesla mantienen desde hace ya seis meses en ese país, intensificando la disputa de los trabajadores con el fabricante de autos eléctricos estadounidense que se niega a firmar un acuerdo colectivo con sus empleados.
Según se informó el Unionen, el mayor sindicato de Suecia, las acciones buscan bloquear las operaciones de la empresa Dekra Industrial, compañía local que realiza inspecciones de equipos para la firma fundada por Elon Musk.
Los 130 mecánicos adscritos al sindicato IF Metall de Tesla en Suecia que arrancaron su protesta en octubre pasado, tienen una única petición y que pasa por firmar un convenio colectivo, algo a lo que Musk se niega por completo.
De momento, Tesla ha conseguido mantener sus operaciones en Suecia, un importante mercado para la empresa en Europa, importando vehículos desde Alemania, los que deben ser matriculados por sus propios dueños, ya que como parte de las protestas los trabajadores del Servicio Postal de Suecia no prestan servicio a la compañía.
Este conflicto es clave para la empresa, cuya postura a nivel mundial sobre los sindicatos podría verse socavada si cede en Suecia o si la huelga se extiende a mercados más grandes como Alemania.
De momento, los empleados de las automovilísticas en Noruega, Finlandia y Dinamarca han respaldado las movilizaciones de sus compañeros suecos.