Un reciente estudio realizado por KPMG reveló que la mayoría de los estadounidenses todavía prefiere adquirir vehículos con motores de combustión interna a gasolina en lugar de optar por modelos híbridos o eléctricos, incluso cuando estos tienen el mismo precio y características.
El sondeo, cuyos resultados fueron revelados esta semana, muestra que sólo una quinta parte de los encuestados consideraría comprar un vehículo eléctrico en lugar de uno de gasolina o un híbrido.
Estos resultados solo confirman un escenario mundial donde la demanda global de vehículos eléctricos está disminuyendo, lo que ha llevado a grandes fabricantes de automóviles como Ford, General Motors y Mercedes a reconsiderar sus estrategias y planes para el desarrollo y producción de futuros vehículos cero emisiones.
El estudio también destaca una significativa discrepancia entre las expectativas de los consumidores estadounidenses y las proyecciones de la industria automotriz en cuanto a los tiempos de carga de los vehículos eléctricos durante los viajes por carretera.
El 60% de los consumidores encuestados desea que los tiempos de carga sean de 20 minutos o menos, mientras que solo el 41% está dispuesto a esperar más tiempo. Esta brecha en las expectativas puede representar un desafío adicional para la adopción masiva de vehículos eléctricos.
Además, la encuesta reveló que los consumidores son menos propensos a pagar por funciones de conducción autónoma y entretenimiento, prefiriendo en cambio invertir en características de seguridad, conectividad Wifi y localizadores de carga.
Estas preferencias indican que, aunque la tecnología de conducción autónoma y entretenimiento avanza, los consumidores valoran más las características que aumentan la seguridad y la conectividad de sus vehículos.
Sobre el estudio
La Encuesta de Perspectivas Estadounidenses de KPMG es parte de un estudio intersectorial más amplio que abarcó a 1.100 adultos en todo el país, centrándose en aspectos económicos y cambios en las preferencias de los consumidores.
Los resultados proporcionan una visión detallada de las tendencias actuales y futuras en el mercado automotriz de Estados Unidos, destacando las áreas donde los fabricantes pueden necesitar ajustar sus estrategias para satisfacer mejor las demandas de los consumidores.