El fabricante BYD presentó el año pasado una propuesta de inversión conjunta con una empresa india, valorada en 1.000 millones de dólares, para fabricar vehículos eléctricos en la capital del país. Sin embargo, el plan no ha sido aprobado debido al creciente escrutinio de las inversiones procedentes de China tras un enfrentamiento fronterizo entre ambos países en 2020.
Con respecto a si la compañía ha recibido alguna señal de flexibilización de las normas de inversión, Rajeev Chauhan, responsable del negocio de vehículos eléctricos de pasajeros de BYD en India, señaló en una entrevista: "La ambición siempre está presente, pero hay muchas otras cosas que considerar (...). Esperamos que la situación mejore un poco. Ese sería el momento en que definitivamente nos gustaría reflexionar más sobre este tema".
No obstante, BYD no es la única empresa china que ha intentado invertir en India. El creciente escrutinio sobre las compañías del gigante asiático ya obligó a su rival Great Wall Motor a suspender sus planes de invertir 1.000 millones de dólares en el tercer mercado automovilístico más grande del mundo.
En India, BYD ha invertido 200 millones de dólares y, por el momento, solo vende vehículos eléctricos importados, como el SUV Atto 3 y el sedán Seal. Aun así, el país se ha convertido en un mercado importante para el fabricante de autos y baterías, que está expandiéndose rápidamente por todo el mundo.
Fabricar piezas en India ayudaría a BYD a lanzar vehículos eléctricos a precios más competitivos. Mientras espera la aprobación de la inversión, Rajeev Chauhan mencionó que la empresa se está dirigiendo a compradores de alto poder adquisitivo en India con sus vehículos eléctricos premium importados.
Cabe destacar que el martes BYD lanzó en India un vehículo familiar de siete plazas llamado eMax 7, con un precio que oscila entre 32.000 y 35.500 dólares y una autonomía de 420 a 530 km con una sola carga.