El exdirector de Ford en Alemania, Gunnar Herrmann aseguró que las iniciativas impulsadas por la Unión Europea están perjudicando a los fabricantes del continente. En particular, señaló que estas medidas fueron decisivas para el cierre de la producción del Fiesta en Colonia, que fue transformada tras una inversión de 2 mil millones de dólares, para ensamblar a los eléctricos Explorer y Capri.
En una entrevista con un medio alemán, Herrmann admitió que “el Fiesta podría haber continuado un poco más, como algunos han pedido, pero no habría tenido sentido”. Explicó que la planta de Colonia tiene una capacidad instalada para producir 250.000 vehículos al año, suficiente para satisfacer la demanda europea con los nuevos modelos del catálogo de Ford.
En cuanto a las normativas medioambientales que entrarán en vigor el próximo año, que establecen un límite de 93,6 gramos de emisiones por kilómetro como promedio de la flota de autos vendidos en Europa, Herrmann advirtió: “Incluso los fabricantes más pequeños podrían enfrentarse a sanciones elevadas (...) Nos quedaremos aún más rezagados”.
Si bien Ford ha advertido que la movilidad eléctrica “no será rentable” hasta, al menos, 2027, Herrmann cree que este objetivo financiero no se logrará solo con el lanzamiento de nuevos modelos. Señaló que también es crucial centrarse en mejorar la tecnología y hacer más eficientes las estructuras de producción.
El empresario aclaró que la industria automotriz alemana no está colapsando, sino que se encuentra en un proceso de adaptación en términos de tecnología, recursos y capacidad, lo cual requiere tiempo y paciencia. Según Herrmann, "están haciendo lo suficiente" para enfrentar este desafío.
Por último, se refirió a las declaraciones del canciller alemán, Olaf Scholz, quien instó a los fabricantes europeos a no rendirse frente a la competencia china en el mercado de vehículos eléctricos. Herrmann comentó que no se debe temer a las marcas chinas y que los fabricantes europeos deben mantener su enfoque en la competencia