El fabricante automotriz japonés Mitsubishi Motors confirmó su adhesión a las negociaciones que llevan adelante Honda y Nissan para concretar una histórica fusión de las compañías.
Mediante un comunicado público, la automotriz confirmó que las tres marcas firmaron un memorando de entendimiento para poner en marcha la operación que podría dar lugar al tercer mayor fabricante de vehículos del mundo por volumen de ventas.
En el escrito, se indica que Mitsubishi ha suscrito el documento con la advertencia que su decisión final sobre su papel en el nuevo holding automovilístico se resolverá a finales de enero de 2025.
"Podemos apoyar sus negocios globales aprovechando nuestras fortalezas, incluido el negocio en Asia Pacífico y las camionetas compactas", aseguró el presidente y director ejecutivo de Mitsubishi Motors, Takao Kato, al comentar la noticia.
Actualmente el 24,5% de la participación accionaria de Mitsubishi está en manos de Nissan y en los últimos años ambas compañías han avanzado en acuerdos conjuntos con otras marcas, incluída Honda, por lo que su integración a las conversaciones era algo que se esperaba.
Hasta ahora no se ha definido cómo será el reparto de las acciones de la nueva sociedad entre las compañías que integrarán la alianza, aunque se especificó que Honda tendrá una mayor participación, pidiendo nombrar a la "mayoría de directivos".
Honda, Nissan y Mitsubishi consideran que esta alianza les permitirá hacer frente a los cambios que está viviendo la industria con marcas chinas y estadounidenses liderando la transición a la electromovilidad.
La fusión, añadieron, permitirá explotar un conjunto de "sinergias potenciales" que les permitirán recuperar el terreno perdido. Entre estas mencionaron la posibilidad de combinar sus trabajos de investigación y desarrollo, así como potenciar las economías de escala que pueden derivarse de la estandarización de las plataformas de vehículos. Además, la unión mejorará potencialmente las ventajas competitivas de su cadena de suministro y su eficiencia operativa.
De llegar a buen término, la integración de las marcas japonesas marcaría la mayor reestructuración en la industria automotriz a nivel global desde que Fiat Chrysler Automobiles y PSA se fusionaron en 2021, dando lugar a Stellantis.