Para nadie es un misterio que la mayoría de los fabricantes de vehículos, incluso los más tradicionales y consolidados, se están inclinando hace años por el desarrollo de modelos eléctricos, alineándose con las regulaciones de diferentes países a nivel mundial.
Sin embargo, muchas veces esas ambiciones de electrificar toda su línea de vehículos chocan con los gustos de los consumidores más puristas que buscan una sensación de manejo similar a los autos a combustión.
Ese es el escenario que enfrenta por estos días la marca Porsche con la renovación de los populares modelos Cayman y Boxter, deportivos que se proyecta pasen de ser autos de motor central a vehículos eléctricos.
Según informa el medio Carscoops, el objetivo del fabricante alemán es mantener la dinámica de conducción en los modelos eléctricos y para lograrlo gran parte del desarrollo pasa por la batería.
No obstante, por ahora no han podido perfeccionar la química de la batería. De hecho, el sitio Automobilwoche afirma que Porsche ha solicitado diferentes modificaciones de batería al fabricante Valmet Automotive, buscando encontrar una solución definitiva a sus necesidades.
Estas dificultades estarían retrasando el lanzamiento de estos deportivos cero emisiones, mismo problema que enfrenta el modelo Cayenne que planeaba salir al mercado en el 2026 pero que según explica la prensa internacional podría postergarse
Esto se suma a la disminución que ha presentado Porsche en las ventas de sus vehículos eléctricos. Por ejemplo, informa Carscoops, la comercialización del Taycan cayó un 52% este año en Europa, mientras que el Macan “tampoco se vende en los volúmenes esperados, ya que este año se han vendido solo 6.377 unidades”.
Como si fuera poco, las ventas de Porsche en China también disminuyeron un 29% este año.
En analista internacional Pedro Pacheco explicó a Auto News que “antes, el poder de su marca era indiscutible, pero ahora los consumidores chinos están buscando y encontrando otras opciones que existen”.
Considerando este escenario, la meta de Porsche de lograr que para 2030 los vehículos eléctricos representen el 80% de sus ventas parece cada vez más lejana.
