El gigante japonés de la industria automotriz Toyota anunció una inyección cercana a 44 millones de dólares, unos 7.000 millones de yenes, en la startup nipona Interstellar Technologies con el objetivo de apoyar la producción en masa de sus cohetes de uso comercial.
El mayor productor de vehículos a nivel mundial por volumen articulará este apoyo financiero a través de la subsidiaria Woven, que trabaja para construir la "ciudad del futuro" en Japón con la integración de tecnología autónoma en el día a día de la población.
Gracias a esta asociación, Woven se reserva el derecho a nombrar un director para la junta directiva del fabricante de cohetes a cambio de ayudar a fortalecer las cadenas de suministro y las labores de gobernanza.
En 2019 la startup japonesa Interstellar Technologies se convirtió en la primera empresa de ese país en lanzar al espacio un cohete desarrollado comercialmente y ahora con esta inyección de capital podrá fortalecer la producción en masa de sus productos y avanzar en el desarrollo de su lanzador orbital de satélites, denominado Zero y con el que pretende rivalizar con empresas como SpaceX, propiedad de Elon Musk.
"El futuro de la movilidad no debería limitarse sólo a la Tierra o a una sola empresa automovilística", dijo durante la presentación de las últimas novedades del grupo en el CES de Las Vegas (Estados Unidos) el presidente de Toyota, Akio Toyoda.
Por su parte, el CEO de Interstellar Technologies, Takahiro Inagawa, dijo que Woven Toyota es “el socio ideal para ayudarnos a desarrollar la producción industrial de nuestros cohetes, ayudándonos a lograr nuestro objetivo de un futuro en que todos tengamos acceso al espacio”.
Además de estos lanzadores, Toyota está construyendo un vehículo lunar con la agencia espacial japonesa capaz de transportar astronautas a la superficie de la luna para el programa Artemis dirigido por la NASA estadounidense.