El gigante automotriz estadounidense General Motors (GM) aserguró esta jornada, a través de su persidenta, que tiene "mucho" en común con el Gobierno de Donald Trump y que en la compañía creen que las políticas del reelecto mandatario van a “fortalecer” y “no dañar” a la industria local, aún cuando que existe inquietud por las decisiones que adoptará la Casa Blanca.
En una teleconferencia con analistas tras la presentación de los resultados de GM en 2024, la presidenta de la compañía, Mary Barra, declaró que en estos momentos hay "incertidumbre" sobre las políticas de la Administración Trump en materia comercial y de regulaciones pero que están dialogando con el equipo del nuevo mandatario.
"Hemos sido proactivos con el Congreso y con la Administración (Trump) y en nuestras conversaciones hemos insistido en la importancia de un fuerte sector manufacturero y el liderazgo estadounidense en tecnologías avanzadas", explicó Barra.
"Es claro que tenemos mucho terreno en común y apreciamos el diálogo. Creemos que el presidente quiere usar políticas y regulaciones para fortalecer, no dañar, a los fabricantes nacionales como GM", añadió.
Barra también se refirió a los aranceles que Trump pretende aplicar a las importaciones procedentes de México y Canadá, dos países en los que GM produce componentes que luego usa en sus plantas estadounidenses y donde también monta centenares de miles de vehículos al año.
"Estamos trabajando con nuestra red de suministro y montaje para estar preparados para mitigar a corto plazo el impacto. Muchas de estas acciones no costarán o tienen un bajo costo. Lo que no haremos será gastar grandes cantidades de dinero sin claridad", declaró la ejecutiva.
"Sea lo que sea que pasa en estos frentes, tenemos una amplia gama de vehículos de combustión y eléctricos que están aumentando la cuota de mercado y seremos ágiles y ejecutaremos (las acciones necesarias) de forma tan eficiente como sea posible", concluyó.