Tesla estaba complicada con el desplome en las ventas de la camioneta Cybertruck. No obstante, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca significó un "golpe de suerte" para la automotriz comandada por Elon Musk, ya que se conoció que el gobierno cerró un contrato de 400 millones de dólares con la empresa de vehículos eléctricos por un número hasta ahora indeterminado de las pick-up, las que deberán ser blindadas y puestas a disposición de la defensa nacional.
La información fue confirmada en la web del Departamento de Interior de Estados Unidos, donde además se indica que el gobierno también suscribió contratos similares, pero con menores montos, con otras marcas automotrices.
La decisión de la administración de Donald Trump de elegir a Tesla como proveedor generó inmediata controversia, ya que algunos críticos señalan que el acuerdo podría incumplir la Ley de Reforma del Desarrollo de Oportunidades Comerciales de 1988, que busca priorizar a pequeñas empresas y compañías de sectores históricamente menos representados en contratos gubernamentales.
Junto con ello, se cuestionó también la elección de la camioneta eléctrica, cuya fiabilidad ha estado en tela de juicio desde su llega al mercado estadounidense en diciembre de 2023, luego que no pocos usuarios reportaran distintos problemas con el vehículo, desde piezas defectuosas hasta fallos en los sistemas.
Por lo pronto, no está claro si Tesla se encargará del blindaje o si recurrirá a terceros, como la empresa Armormax, que según The New York Times podría participar en la adaptación de los vehículos eléctricos.
Además del contrato con Tesla, el gobierno de Trump también firmó acuerdos con otras marcas. BMW, por ejemplo, suministrará un número no especificado de SUV X5 y X7 por un total de 50 millones de dólares. Asimismo, se ha firmado un contrato adicional por 40 millones de dólares con otro fabricante, cuya identidad aún no ha sido revelada.