El mercado de los autos eléctricos sigue en firme crecimiento en el país y así lo reflejan las cifras de la Asociación Nacional Automotriz de Chile. Según sus datos, el 2024 cerró con cifras históricas de vehículos de nuevas energías (antes llamados de cero y bajas emisiones) con 19.101 unidades inscritas, lo que representa un crecimiento de 104,6%.
El informe indica que los vehículos electrificados enchufables sumaron 5.654 unidades, con un incremento de 170%, frente al año anterior. Dentro de ellos, los modelos 100% eléctricos (BEV) crecieron 183,8% con 4.507 unidades inscritas en 2024.
Los híbridos enchufables (PHEV), en tanto, registraron un alza de 126,7% con 1.147 unidades en el mismo periodo. Mientras que los vehículos electrificados no enchufables cerraron el año con 13.447 unidades y un aumento de 85,8%, con respecto a 2023.
Además, los microhíbridos (MHEV) hicieron lo propio con una subida de 117,1% y 6.940 vehículos inscritos; registrando también récord. En tanto, los vehículos eléctricos de rango extendido (EREV) sumaron 151 unidades inscritas en nuestro país.
Las diferencias de tecnologías
Como los conductores en Chile se están inclinando cada vez más por vehículos amigables con el medioambiente, es relevante conocer las diferencias de tecnologías de cada uno de estos autos.
1.- EV o vehículo eléctrico
Esta denominación se le asigna a los ejemplares que se mueven completamente con energía eléctrica almacenada en una batería. No tiene motor de combustión interna, lo que significa que no produce emisiones de escape. Los EVs están diseñados para cargarse mediante una toma eléctrica, ya sea en una estación de carga pública o en un enchufe en casa. Los EVs pueden ser de diferentes tipos, como automóviles, furgonetas, camiones, motos, entre otros.
2.- PHEV o Vehículo eléctrico híbrido enchufable
En esta categoría se incluyen los vehículos que combinan un motor eléctrico y un motor de combustión interna. En el modo eléctrico, el motor eléctrico es el único responsable de propulsar el vehículo, y la batería se puede cargar conectando a una toma de corriente. Cuando la batería se agota, el motor de combustión interna entra en funcionamiento, lo que significa que el vehículo se comporta como un coche normal con un motor de gasolina o diésel. Los PHEV son adecuados para aquellos conductores que realizan trayectos cortos diarios, pero que necesitan la flexibilidad de un vehículo con un motor de combustión interna para viajes más largos.
3.- HEV o Vehículo eléctrico híbrido
Es un tipo de automóvil que combina un motor eléctrico y un motor de combustión interna, pero la batería no se puede cargar conectando a una toma eléctrica. En su lugar, se carga mediante la energía generada por el motor de combustión interna y el frenado regenerativo, que convierte la energía cinética del vehículo en electricidad para recargar las celdas de poder. El motor eléctrico ayuda al motor de combustión interna en la conducción, pero no es capaz de propulsar el vehículo por sí solo. Los HEV son adecuados para aquellos conductores que quieren un vehículo que les permita ahorrar combustible y reducir las emisiones, pero que no quieren comprometerse a recargar una batería enchufable.
4.- MHEV o Vehículo eléctrico híbrido suave
Por otro lado, están los MHEV que combinan un motor eléctrico y un motor de combustión interna, pero el motor eléctrico solo proporciona una pequeña cantidad de asistencia al bloque de combustión interna. La batería del vehículo es más pequeña que en otros vehículos eléctricos, y no se puede cargar enchufando el coche a una toma eléctrica. El motor eléctrico solo se utiliza para mejorar la eficiencia del motor de combustión interna, pero no es capaz de propulsar el vehículo por sí solo. Tal como en el caso anterior, estos vehículos son adecuados para aquellos conductores que quieren una pequeña mejora en la eficiencia del combustible, pero no quieren comprometerse a recargar una batería enchufable.
5.- FCEV o Vehículos con celda de hidrógeno
Finalmente se encuentran los FCEV. También son considerados eléctricos puros y la energía que mueve sus motores se genera de una reacción química. La batería se sustituye por una pila o celda de combustible alimentada por hidrógeno. La autonomía de uno de estos autos es un poco mayor a la del eléctrico tradicional llegando a los 700 km de promedio. Por el momento su acceso aún es limitado por el alto valor y son pocos los fabricantes que desarrollan esta tecnología.