El Bugatti Tourbillon no solo es uno de los hiperdeportivos más avanzados del mundo, sino también es uno de los más costosos de personalizar, al punto que hacerlo puede salir incluso más costoso que comprar un superdeportivo de marcas como Porsche, Bentley o Ferrari.
Según una nota de motorpasión.com, el precio base del Tourbillon es de 4,6 millones de dólares, pero una unidad configurada con opciones exclusivas de un cliente alcanzó recientemente -según se filtró por redes sociales- los 5,56 millones de la divisa estadounidense, evidenciando que el lujo extremo y la exclusividad tiene un precio igualmente descomunal.
Uno de los extras más impactantes es su acabado en fibra de carbono expuesta con pintura "Matte Vermillon Carbon" y "Matte Red", cuyo costo se eleva hasta los 360.000 dólares, superando el precio base de un Ferrari 296 GTB, detalle que ilustra el nivel de exclusividad que ofrece la marca francesa.
La lista de opciones sigue con un techo de cristal “SkyView” por 75.000 dólares, llantas bitono valoradas en 20.000 dólares y un logotipo pintado en rojo mate en el alerón trasero por 15.000 dólares. Además, el paquete aerodinámico “Equipe Pur Sang”, que añade cuatro salidas de escape adicionales, tiene un precio similar al de un Porsche 911 GT3 nuevo.
El interior no se queda atrás en cuanto a lujo y costos astronómicos. Un cuadro de instrumentos con detalles en oro rosa tiene un valor aproximado de 64.800 dólares, mientras que un juego de maletas a medida cuesta más de 35.640 dólares. Incluso personalizaciones menores, como un bordado del logotipo en los reposacabezas, pueden llegar a costar casi 10.044 dólares.
Más allá de la personalización, el Tourbillon cuenta con un sistema híbrido enchufable que combina un motor V16 atmosférico de 8.3 litros con tres motores eléctricos, generando 1.800 CV de potencia. Esto le permite acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 2,0 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 445 km/h.
Con estos precios, Bugatti deja claro que su enfoque no es solo la velocidad y la ingeniería, sino también la exclusividad total.