El fabricante francés Renault presentó el Emblème, un innovador auto conceptual que combina propulsión eléctrica e hidrógeno, con el ambicioso objetivo de reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 durante toda su vida útil, lo que significa a apenas 5 toneladas en 15 años o 200.000 kilómetros de uso.
El vehículo fue desarrollado por Ampere, la división de vehículos eléctricos del grupo Renault, y destaca por su marcada apuesta por la sostenibilidad y la eficiencia. El prototipo incorpora un motor eléctrico de rotor bobinado construido sin tierras raras de 160 kW (217 CV), alimentado por una batería NMC de 40 kWh y una pila de combustible de 30 kW impulsada por hidrógeno bajo en carbono.
Esta combinación, explicaron los ingenieros de la marca, permite al vehículo alcanzar hasta 1.000 kilómetros de autonomía, con repostajes de hidrógeno que duran menos de cinco minutos.
Pensado para ofrecer cero emisiones en el uso cotidiano, el Emblème se recarga mediante frenada regenerativa, enchufe convencional y a través de un techo solar de tres metros cuadrados, capaz de aportar hasta 150 kW de potencia. Además, está fabricado con un 50% de materiales reciclados, ofrece una reducción del 70% en la huella de carbono de su fabricación, además de un reciclaje final superior al 90%.
Visualmente, el vehículo luce una carrocería fluida de 4,80 metros, con una aerodinámica optimizada mediante herramientas del equipo de Fórmula 1 BWT Alpine.
El vehículo pesa 1.800 kg, mucho menos que los eléctricos actuales, y ofrece una configuración espaciosa para la familia, con una distancia entre ejes de 2,90 metros y una capacidad de carga de 630 litros.
Tecnología de punta
La propuesta tecnológica también es protagonista en este conceptual, ya que incluye hasta 50 innovaciones desarrolladas junto a 20 socios estratégicos como Michelin, Valeo y Verkor. Entre ellas, destacan retrovisores por cámara, difusores traseros activos, llantas ultraligeras, y materiales interiores fabricados con productos como fibra de piña o plásticos de una sola familia.
En su habitáculo destaca una pantalla curva panorámica de 1,2 metros con resolución 8K, que recorre todo el salpicadero y concentra el control multimedia y de conducción del vehículo.
Desde Renault explicaron que el Emblème es mucho más que un ejercicio de diseño aislado, ya que representa la visión de la compañía para un futuro sin emisiones y marca el camino que tomarán en los próximos años.
La marca gala planea alcanzar la neutralidad de carbono en Europa para 2040, y globalmente en 2050 y este auto conceptual anticipa cómo podrían ser sus modelos de producción en 2035, marcando el camino hacia una movilidad más limpia, eficiente y tecnológica.