Tendrá que enfocarse en el segundo torneo de mayor importancia a nivel local.
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SANTIAGO.- Sólo le servía ganar para clasificar a los octavos de final de la Copa Libertadores y así ser el único equipo chileno con vida en la Copa Libertadores.
Pero el escenario era díficil. Iquique visitaba a Guaraní en Asunción en la última fecha del Grupo 8 del certamen continental y finalmente no pudo traerse la clasificación luego de igualar sin goles con los paraguayos en un opaco compromiso.
De todas formas, el elenco dirigido por Jaime Vera se quedó con un premio de consuelo: Al rematar tercero en la zona con 9 unidades se ganó un boleto a la Copa Sudamericana.
El encuentro disputado en el estadio Defensores del Chaco careció de emociones. El local Guaraní supo hacer gala de su ventaja en la tabla del Grupo y se dedicó a especular, principalmente en el primer tiempo.
Sin embargo, en el complemento, el elenco paraguayo tuvo que hacerle frente a un conjunto chileno que intentó con más ganas que fútbol. Ahí emergió la figura del golero Brayan Cortés, quien mantuvo con la encendida la ilusión de los nacionales.
Y ese fue el principal pecado de los "Dragones Celestes": Ante la obligación de una victoria, nunca pudieron plasmar ese juego que lo hace uno de los mejores cuadros del fútbol chileno.
Luis Gonzalo Bustamante nunca pudo comandar a la escuadra nortina y pese a los cambios que hizo el "Pillo" Vera y el par de escaramuzas ofensivas, se vio impotente ante el cerco defensivo establecido por el dueño de casa, que con el correr de los minutos se fue contentando con la amarga igualdad hasta la llegada del pitazo final.
De esta forma, Iquique dice adiós al máximo torneo continental con la sensación de que pudo haber propuesto algo más con el fin de seguir con vida en la Libertadores.
Ahora los "Dragones Celestes" tendrá que dar vuelta la página y pensar en lo que será su participación en la Sudamericana y el próximo Torneo de Transición.