SANTIAGO.- Son las 13 horas del miércoles 19 de diciembre y el entrenamiento de Rodelindo Román, club de la Tercera B, recién finaliza. La temporada ya terminó, pero el equipo continúa con sus prácticas para mantener la forma física.
Luego de una necesaria ducha, el delantero Roberto Riveros, mejor jugador del fútbol amateur del 2018 según el Círculo de Periodistas Deportivos, está listo para conversar con Emol y contar los altibajos de su corta carrera. Al otro lado de la línea, se le nota tranquilo. Su renacer lo tiene así.
El atacante anotó 27 goles en la temporada, siendo el goleador del equipo y pieza más que importante en el andamiaje de la escuadra que dirige el ex Palestino Rodolfo Madrid.
A sus 22 años,
el puentealtino pareciera que por fin encontró su lugar. En el club de San Joaquín halló regularidad. Fue titular todo el año y encaminó a "La Verde" a soñar con el ascenso. No alcanzó, pero fue su renacer.
Eso sí, no siempre tuvo la misma suerte. El delantero "rompió redes" en todas las inferiores de Colo Colo. De hecho, se dice que es el "goleador histórico" de las series menores del club de Pedrero. Sin embargo, él no lo puede confirmar. "No estoy 100% seguro, pero me lo han mencionado en varias oportunidades", reconoce el atacante.
A los 9 años comenzó como cadete en los albos. Su desarrollo fue progresivo. En cada categoría que disputó, fue goleador. Por eso, todas las miradas e ilusiones estaban puestas en él, y su nombre sonaba como la gran promesa alba. Sin embargo, no pudo mantener su nivel.
Su historia en el fútbol es extraña. En 2014, subió al primer equipo del Cacique como una gran apuesta. Debutó ese mismo año en un clásico ante la UC, duelo en el que el Cacique cayó por 3-0.
De ahí en más, Riveros simplemente no rindió. No pudo replicar lo hecho en juveniles, y pasó sin pena ni gloria por el club que por esos años (2014-2016) dirigió Héctor Tapia y José Luis Sierra.
"Quizá no se me dio la oportunidad necesaria, o tal vez yo no demostré en los entrenamientos para que me dieran la oportunidad", admite Riveros.
Pero el futbolista se confiesa, es autocrítico y ahonda en las razones: "No era lo suficientemente maduro para tomarle el peso al lugar en el que estaba. No me di cuenta de los privilegios que tenía, de que estaba en el equipo más grande de Chile".
Pero luego de su mala experiencia en el primer equipo de Colo Colo, en 2016 se le presentó otra oportunidad: Deportes Santa Cruz de la Segunda División. Riveros no lo dudó y se marchó rumbo a la sexta región. Nuevamente no rindió.
"Tuve el infortunio de tener una lesión grave, al segundo o tercer partido que ya había empezado a jugar de titular, me estaba afirmando. Me lesioné una rodilla y estuve bastante tiempo sin jugar. Me costó harto volver, tomar el ritmo a los entrenamientos, al fútbol. Tenía miedo de que me volviera a pasar lo mismo en la rodilla. Después igual volví a jugar, hice un par de goles, pero no fue la mejor temporada que tuve", cuenta el subgoleador de la Tercera B.
"No me di cuenta de los privilegios que tenía, de que estaba en el equipo más grande de Chile"
Roberto Riveros
Luego de dos fracasos futbolísticos, el atacante pensó en lo peor. Dejar la actividad fue una posibilidad para él, que con 21 años ya no quería seguir intentándolo. "Lo pasé muy mal. Realmente estaba cansado de seguir buscando oportunidades. Creía que ya no era lo mío y que tenía que dedicarme otra cosa". Pese a esto, continuó. El apoyo de sus familia y amigos fue fundamental para seguir. Y hoy, el mejor jugador del fútbol amateur, les agradece.
Sparring de Sampaoli
El buen momento de Riveros en las inferiores, le trajo réditos. En 2013, el argentino Jorge Sampaoli era el técnico de la selección chilena, y el delantero albo llamó la atención.
El puentealtino fue sparring en varias oportunidades con el casildense. Incluso, fue parte de los jugadores que acompañaron al combinado nacional en el Mundial de Brasil 2014 y del primer título para el país, la Copa América del 2015.
"Fue una de las experiencias más lindas que me ha dado el fútbol (ser sparring). Fue muy gratificante. Aprendí muchísimo estando con jugadores de tanta experiencia. Todos los días se aprendía algo nuevo".
Además, destaca la intensidad del ahora entrenador del Santos de Brasil: "Era ejemplar, un técnico apasionado igual que Beccacece (Sebastián), todo el entrenamiento gritando y los jugadores a full, Me llevo los mejores recuerdos".
Su experiencia en Tercera B
Riveros llegó a principios del 2018 a Rodelindo Román, club de cual es dueño Arturo Vidal. Tras estar en Colo Colo, sin ser considerado por Pablo Guede para el primer equipo y sin cabida en las juveniles, el delantero sólo se entrenaba. En eso, llegó un llamado. La voz le pareció conocida.
"Me llamó 'Kalule' Meléndez y me dice que quizá va a tomar a Rodelindo, pero que no era seguro. Me pregunta que si me interesaba, le avisara. Así partió todo".
Sin embargo, el ídolo y otrora volante albo no tomó las riendas del club de Tercera. Fue otro ex futbolista del Cacique el que lo hizo y Riveros también lo conocía.
"'Meléndez me avisa que no llegó a acuerdo, pero que llega Rodolfo Madrid. De inmediato me llamaron. Arreglé mis temas con Colo Colo y me fui. Me dio confianza porque era un técnico que ya había tenido en las inferiores de Colo Colo, junto con Mario Cáceres y el preparador físico es Sebastián Ramos, que también conocía", agregó.
Roberto Riveros, segundo de izquierda a derecha en la fila de abajo.
El delantero está feliz en Rodelindo Román. Encontró su lugar, y no se apura en emigrar. Está en un buen momento.
"Hay que ir por partes, paso a paso, siempre con calma", cuenta Riveros, aunque reconoce que "tengo nivel para jugar en el profesionalismo. Me siento preparado".
Y sobre las diferencias entre jugar en un club de Primera con otro de Tercera, Riveros es sincero: "Para ser un equipo amateur, las condiciones que nos entregan y el lugar que nos tienen para entrenar, es bastante bueno, se agradece. No todos los clubes de esta división tienen la oportunidad de entrenar en buenas canchas, quizá hay muchos que ni siquiera entrenan todos los días".
El delantero, hasta el momento, seguiría en el club de Vidal. Si llega alguna oferta, "tendría que verlo", afirma. Pero lo importante para el puentealtino, es que las ganas de jugar al fútbol le volvieron y se tiene fe de cara al futuro.
