El Monumental se quedó sin la fiesta en honor a Esteban Paredes.
Photosport
No hubo lugar a homenajes parafernálicos. En el día en que todo el mundo Colo Colo esperaba que Esteban Paredes se convirtiera en el goleador histórico del fútbol chileno, Cobresal aguó la fiesta. El elenco minero exhibió todas las miserias del equipo de Mario Salas y se llevó una merecida victoria por 0-2 en el Estadio Monumental.
El "Cacique" se mantiene en el segundo lugar de la tabla con 33 puntos, pero ahora está a 13 del líder UC. El deseo de campeonar parece una quimera. Los nortinos, en cambio, treparon a la undécima posición con 24 unidades y se alejan de los puestos de descenso.
Cobresal hundió la daga apenas iniciado el partido. A los 3' Marcelo Jorquera atacó el espacio y desde la izquierda sacó un gran centro que cabeceó inexplicablemente solo Felipe Reynero en el segundo palo. Pudo llegar el empate cuatro minutos después, pero el arquero Sebastián López sacó una mano tremenda para evitar el gol histórico de Esteban Paredes.
Esa jugada fue un voladero de luces. El elenco albo estaba desorientado. Sin Jorge Valdivia y sin Jaime Valdés, faltaba imaginación y talento en el medio. Los centrales se veían obligados a dividir y Paredes se tenía que retrasar varios metros para peinar la pelota. El equipo de Gustavo Huerta, por el contrario, salía disparado a la contra y sus extremos eran lanzas que perforaban la zaga rival. Juan Carlos Gaete, que volvía al recinto macul tras su polémica salida en verano, la tiró afuera cuando quedó solo frente a Cortés.
Nada cambió en el segundo tiempo. El local no se podía asociar por dentro y no había movimientos de ruptura por fuera. Solo un tibio cabezazo de Gabriel Costa y un disparo de Marcos Bolados pudieron alterar el marcador. Cobresal dominaba futbolística y psicólogicamente. Presionaba lejos de su arco e incluso por momentos, bajo la conducción de un brillante Marcelo Cañete, le quitaba la pelota a los albos.
Precisamente en los pies de Cañete se gestó el segundo gol. El ex Universidad Católica filtró un pase exquisito para Reynero, que con un sútil toque definió ante la desesperada salida de Cortés y consiguió su doblete a los 77'. Ahí se acabó el encuentro. Un silente Monumental se quedó sin la fiesta esperada.
