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Los momentos de "terror y desesperación" que vivieron los futbolistas de Calera e Iquique por la irrupción de "barras bravas"

El caos reinó en el estadio Bicentenario de La Florida y a la larga el encuentro con que regresaba el fútbol chileno fue suspendido.

22 de Noviembre de 2019 | 15:37 | Redactado por Claudio Ortega, Emol
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Agencia Uno
Minuto 65 y estalla el caos en el estadio Bicentenario de La Florida. Bruscamente se detiene el partido entre Unión La Calera e Iquique y el pánico se apodera de jugadores, cuerpos técnicos y equipo arbitral.

Un grupo de cerca 200 individuos de la Garra Blanca irrumpen destruyendo rejas y lanzando piedras hasta llegar a la misma cancha. La tensa situación obliga a los protagonistas del partido a salir arrancando hacia donde fuese posible para resguardarse.

En las tribunas surgen gritos de desesperación. Las familias de los jugadores salen corriendo, mientras ellos mismos les piden que se resguarden. Incluso, algunos corren rumbo al segundo piso para ver que estén bien.

En la cancha reina el miedo. Ya hay futbolistas en camarines. Otros se resguardan en la banca de suplentes más lejana al reja por donde ingresar los vándalos. Mientras tanto cerca de 5 hinchas pisan la cancha, lanzan piedras e increpan a las cámaras de la transmisión televisiva.

Fueron varios minutos de temor. Cuando la seguridad logró sacar a los vándalos del campo, afuera se vivía una verdadera guerra entre miembros de la Garra Blanca y de Carabineros.

A esa altura jugadores repetían el discurso. "Se sabía que esto iba a pasar, nunca se debió jugar, nos expusieron... como es posible que 5 vándalos hagan esto, ¿dónde está la seguridad y Carabineros?", decían miembros de Calera e Iquique.

La tensión era máxima y se notaba en el diálogo entre el presidente de la ANFP, Sebastián Moreno, y el timonel del Sifup, Gamadiel García. A esa altura el miedo reinaba con fuerza.

Imagen de Photosport
Luego de largos minutos lanzando piedras, incendiar una caseta y destruir el portón del estadio, Carabineros logró disuadir a los hinchas de la Garra Blanca. La calma volvió, pero la inseguridad seguía presente.

Tras una reunión al centro de la cancha entre Sifup, ANFP y ambos planteles, el mensaje de Moreno fue que "la situación ya está controlada, hay que calmarse e intentar seguir". Pero los jugadores no querían.

Luego que el timonel del ente rector dejara la cancha, varios futbolistas decían que era "inconcebible" seguir jugando. "Moreno está loco, que venga él y ponga en riesgo su seguridad", se escuchaba en la banca de Iquique.

Ya con la situación algo más calmada, el portero de los "Dragones Celeste" alzó la voz.

"Nosotros cumplimos, nos presentamos, pero no se puede seguir. No están las condiciones. Entraron a apedrear a los jugadores y no podemos ponernos en riesgo. Se vulneró la seguridad y ahora nos quieren exponer. Sentimos temor y miedo por lo que pasó, no nos pueden arriesgar", sostuvo el meta.

El delantero de Calera, Nicolás Stefanelli, también dio su relato. "Esto no se podía jugar, se sabía. Sentimos miedo cuando vimos la invasión, temíamos por nosotros y nuestras familias que estaban viendo el partido".

Pablo Corral, volante de Iquique, profundizó la vivencia. "Ver a compañeros de profesión arrancando, a otros que casi les llega una piedra, fue terrible. Hay mucho temor por la situación, pero se sabía que esto podía pasar. Se puso en peligro nuestra integridad".

Triste capítulo para el fútbol chileno. La posibilidad de seguir el Torneo parece complicada, bien lo sabe la ANFP. Los jugadores ya no quieren exponerse y con justa razón. Habrá que ver cómo termina esta historia.
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