Seguramente el nombre de Carlos Ross no se conoce demasiado en el fútbol chileno. Y es que aunque ha jugado por varias temporadas en nuestro país, su esencia es romper redes recorriendo el mundo.
De esta forma se puede explicar que Ross haya jugando en siete países diferentes:
Chile (Audax Italiano, Coquimbo, O'Higgins, Copiapó, Cobresal, Unión Calera),
Suecia (Husqvarna),
Argentina (Gimnasia de Mendoza, Boca Unidos),
Honduras (Platense),
Israel (Hapoel Nazareth Illit),
Arabia Saudita (Al-Mojzel) y
Perú (Sport Huancayo).
Con 29 años, el surgido en Audax Italiano parece al fin haber encontrado su lugar en el mundo. Con presente en el Sport Huancayo peruano, el delantero reconoce a Emol estar viviendo el "mejor momento de su carrera".
Su mejor momento
Ross llegó este 2019 al Sport Huancayo, tras hacer 7 goles en 16 partidos por el Al-Mojzel de Arabia. El chileno poco a poco se fue integrando al andamiaje de su equipo incaico y empezó a responder en cancha.
En la temporada, fue el máximo asistidor del equipo con 8 habilitaciones y el segundo goleador con 8 tantos. Además, aportó para que su club fuera finalista de la Copa Bicentenario 2019, donde también estuvo en el once ideal.
Por otra parte, disputó la Copa Sudamericana de esta temporada y también clasificó para la del 2020.
"Acá me siento en mi mejor momento, maduro. Espero seguir así por varios años más. (...)Estuvo muy bueno este año, me han tratado súper bien en el club. Estuvimos dentro de los cinco mejores equipos del año".
Su relación con Bielsa y la razón de su no despegue
Si volvemos en el tiempo, en sus inicios Ross pintaba para "crack". No por nada fue "pichón" -como llamaba a los jóvenes Marcelo Bielsa- cuando el "Loco" dirigía a la "Roja".
En sus comienzos despuntaba: Bielsa lo nominó en ocasiones a la selección e incluso lo hizo debutar con apenas 19 años. Sumó minutos en un empate sin goles ante Venezuela y en la victoria 1-0 ante Irlanda del Norte.
Recuerdos imborrables para el copiapino: "Tengo los mejores recuerdos del 'Profe'. Me invitó a su despedida . Uno de los mejores del mundo, donde va deja su huella. Lo que me queda es su persona, y solo agradecerle que me ayudó. En todos los países a los que voy me sale en el currículum que jugué en la selección de un gran entrenador".
Las anécdotas con el argentino llegan a la cabeza de Ross. Se acuerda perfectamente. Por ejemplo, cuando fue sparring de la "Roja" en Sudáfrica 2010. La cuenta con humor y se ríe al volver a aquel momento.
"En Sudáfrica, en una práctica, Carmona (Carlos) se barre y yo lo salto, porque ellos disputaban el Mundial y para no pisarlo y caer sobre él. Ahí Bielsa me dice 'Ross, parecés una nena, parecés una nena', porque salté. Ahí me sentí, me puse un poco triste. Capaz que lo notó, porque en la cena, él se sentaba solo en una mesa. De repente se para y todos mirando porque nunca se paraba. Se pone detrás mío y como me quería me dice: 'Ross, no se ponga así que no es para tanto'. Ahí todos riéndose y yo muy rojo".
Ross se sincera. Sabe que su carrera pintaba para más. Las expectativas que alguna vez hubo sobre él eran altas, pero se lo toma con calma y acepta que se equivocó. Es autocrítico.
"Tomé malas decisiones, no me dejé manejar. A los 18 o 19 no escuché a nadie, se me acercaba gente y no escuchaba a nadie. Eso me perjudicó y no pude dar el salto que muchos esperaban, pero no me quejo de mi carrera. No he estado en las grandes ligas, pero he hecho una carrera tranquila, he conocido el mundo gracias al fútbol y espero seguir así".
