La detención de Ronaldinho desató todo un escándalo en Paraguay. Y no precisamente por el allanamiento que terminó con la incautación de documentos falsos al astro brasileño.
El lío se armó después de que estallara la bomba sobre el ex futbolista.
El problema se convirtió en un verdadero conflicto policial y político. ¿Por qué?
Sucede que
el director de Migraciones, Alexis Penayo, renunció a su cargo luego de acusar al Ministerio Público de no apoyarlo cuando denunció el ingreso irregular del astro.
"El ministro del Interior me dejó en visto", sostuvo Penayo. "Yo tengo la prueba de que alerté al ministro. Le informé vía WhatsApp que esos datos no figuran en el sistema y que encima figura como naturalizado. Me dejó en visto", agregó, según el periódico paraguayo ABC Color.
Pero el conflicto no sólo escaló a un nivel político. También se generó un lío interno en la policial debido a la publicación de distintos personeros junto a Ronaldinho con el escándalo ya desatado.
El jefe de la Comisaría 3ra. Metropolitana, Miguel López Russo, aprovechó el momento ocioso y aprovechó para tomarse una foto con el ex Barcelona. Y no fue el único.
Lo mismo ocurrió con los empleados de la fiscalía, que accedieron a tomarse una selfie con Ronaldinho, quien posó junto a ellos con una sonrisa y el pulgar hacia arriba.
"Es un ídolo mundial para mi es el mejor jugador mundial y nadie le va a quitar eso. Yo estuve ahí, no tengo porque negar ni dar muchas explicaciones. Es una simple foto", se defendió López Russo en Radio Nandutí de Paraguay.
Por ahora se espera el dictamen de la justicia guaraní para saber qué pasará con el brasileño.