Pisano festeja el segundo gol del América.
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La Copa Libertadores está siendo un martirio para la Universidad Católica. Tras la goleada ante Inter de Porto Alegre en el debut, recibía al América de Cali en San Carlos de Apoquindo. Era un duelo clave y los cruzados no estuvieron a la altura. Perdieron 1-2 y comienzan a complicar sus opciones en el Grupo E.
Los estudiantiles, bicampeones del fútbol chileno, siguen quedándose cortos a nivel continental, tal como la temporada pasada. Ariel Holan no logra imprimirle su sello al equipo.
La UC se adueñó de la pelota desde el inicio, pero era incapaz de acelerar y su fútbol se hacía demasiado previsible para romper la ordenada defensa de los "Diablos Rojos". Todo empeoraría a los 21'. El chileno Rodrigo Ureña robó en la salida de la franja y sacó un potente remate desde fuera del área. Matías Dituro le puso los puños a la pelota, pero el rebote le quedó a Duván Vergara que cabeceó con el arco a disposición.
Fue un mazazo para los precordilleranos. Parecían idos, desconcertados. La escuadra colombiana, en cambio, hacía gala de su poder de asociación y de la velocidad de sus puntas. Pero lo que Católica no encontró en el colectivo, lo halló en la individualidad menos esperada. El joven Marcelino Núñez clavó en el ángulo un tiro libre al filo de la primera mitad. San Carlos aquietaba los nervios.
Salió mejor el dueño de casa en la segunda mitad. Ajustó las marcas en la mitad de cancha y encajonaba a los forasteros. Sin embargo, un feroz contragolpe torció completamente el trámite del encuentro. César Munder perdió el balón y la jugada acabó con una gran definición de Matías Pisano en los 53'.
Se fueron encima los cruzados, aunque sin imaginación ni movimientos para hacer daño. Tampoco aparecían los grandes referentes. Edson Puch estaba extraviado en la banda, Luciano Aued no tomaba el mando en el medio y al goleador de Fernando Zampedri no le quedó una. Los cambios tampoco resultaron. Salvo una de Puch en los descuentos que tapó Eder Chaux, no hubo reales situaciones de riesgo en el arco de los caleños.
Dos derrotas en dos partidos para la Universidad Católica. Considerando que los otros rivales son Inter y Gremio, necesitaba ganar en casa ante los colombianos para al menos ilusionarse con la Sudamericana. No tiene margen para más errores.
