El nombre de Mardy Fish quizás no está grabado en la retina de todos, pero los fanáticos del tenis sí que lo recuerdan a la perfección.
Sobre todo en Chile. El tenista estadounidense fue el rival de Nicolás Massú en la histórica final de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, en la que el nacional ganó por un apretado 6-3, 3-6, 2-6, 6-3 y 6-4 y se llevó la medalla de oro.
Pero, a más de 15 años de esa increíble definición, ¿qué fue del tenista estadounidense?
Fish hizo una tremenda carrera en el circuito ATP. Ganó seis títulos (cinco después de la final ante Massú), llegó a cuatro finales de Masters 1000 y alcanzó el puesto 7° del ranking mundial en 2011.
Una notable carrera, en la que registró triunfos ante Roger Federer y Rafael Nadal e incluso disputó el Torneo de Maestros, pero que terminó de manera estrepitosa.
Luego de sufrir trastornos de ansiedad, Fish, después de parar por meses, se vio obligado a retirarse en 2013. Sin embargo tuvo un breve regreso en 2015, año en el que solo disputó seis partidos.
"Literalmente, no puedo hacerlo"
En 2012, luego de perder en el Masters 1000 de Miami, Fish comenzó a evidenciar problemas. Una arritmia cardíaca lo afectaba. "El corazón parecía que se me iba a salir del pecho. Era como si lo dejara totalmente todo y saliese a hacer un sprint brusco por la calle", contó el otrora jugador hace unos años.
"Eso que había servido tanto cuando tenía veinte tipos delante, se volvió algo estresante y después destructivo, creo, cuando el número se redujo a siete. La idea de que no era lo suficientemente bueno fue muy poderosa"
Mardy Fish
Meses después, este problema se hizo aún más agudo y tuvo incluso ataques de pánico. Siendo el 25 del mundo, tenía que jugar la cuarta ronda del US Open ante Roger Federer, pero no pudo hacerlo. No se presentó. Ese fue el inicio del fin de su exitosa carrera.
"Cuarta ronda del Abierto de los Estados Unidos, en el día del cumpleaños de mi padre, en el estadio Arthur Ashe, televisado por CBS, contra Roger Federer. Estoy a horas de jugar contra el mejor de todos los tiempos, con la posibilidad de conseguir el mejor resultado de mi vida, en mi torneo favorito. Estoy a horas de jugar el partido por el que todos trabajamos, por el que nos sacrificamos, y no puedo hacerlo. Literalmente, no puedo hacerlo", relató en un emotivo artículo en The Player's Tribune.
"Me estoy volviendo loco. Mi esposa está preguntándome: '¿Qué puedo hacer? ¿Cómo podemos hacer que esto mejore?'. Y le cuento la verdad: 'La única cosa que puede hacerme sentir mejor ahora mismo es la idea de no jugar este partido'", agregó
Y el propio Fish contó por qué le pasó este drama: Por la insatisfacción de sus resultados. Estar top 10 no fue suficiente.
"Eso que había servido tanto cuando tenía veinte tipos delante, se volvió algo estresante y después destructivo, creo, cuando el número se redujo a siete. La idea de que no era lo suficientemente bueno fue muy poderosa. Lo peor es que se transformó en un interruptor muy difícil de apagar. Era un arma de doble filo: aunque sabía que me estaba yendo mejor, no era capaz de decírmelo a mí mismo y sólo pensaba en que me fuera aún mejor", aseguró.
"Tenía problemas para dormir. No podía dormir solo. Tuve que llevar a mi esposa conmigo, a todos lados, siempre. Tenía que tener a alguien en el cuarto siempre. Era un tipo que amaba estar solo, viajar solo, esa soledad. Me traía paz apagar el celular y pasar un largo vuelo. Pero ya no podía viajar solo", comentó.
En esa misma línea, cerró diciendo que "es importante que mi historia no tenga un vocabulario deportivo. Esta es una historia de vida. Esta es una historia que habla sobre cómo un problema mental alejó el trabajo de mí".
Después de esta incansable lucha, que lo tuvo meses y años alejado del tenis, en 2015 Fish volvió sano a la competencia y lo hizo para cerrar su carrera de manera adecuada en el US Open.
Fish ya con 38 años, en 2019 se convirtió en el capitán del equipo de Copa Davis de Estados Unidos. Un jugador muy potente y luchador, que vio truncada su carrera por una lamentable enfermedad.
