Monica Seles dejó una huella en el tenis. Fue número 1 con apenas 17 años y ganó nueve títulos de Grand Slam, ocho de ellos antes de cumplir 20. Sin embargo, lamentablemente es más recordada por otro episodio.
Un viernes 30 de abril de 1993, Seles fue apuñalada en pleno partido. Un fanático de Steffi Graf irrumpió en la arcilla de Hamburgo y atacó a la serbia en el omoplato derecho.
La agresión desorientó a Seles, que tuvo que retirarse del duelo. "Monica ha tenido suerte.
Ni el pulmón ni el omoplato han sido dañados. Solo ha resultado herido un músculo. Ella todavía está en shock y permanecerá en observación", señaló el parte médico.
No obstante, de ahí en más, no volvió a ser la misma. Pese a que la herida cicatrizó rápido, la serbia solo volvió dos años después y con 15 kilos de más, y pese a que ganó más títulos, nunca disfrutó de la forma en la que lo hacía antes.
Retiro y confesión de trastorno
Seles se retiró oficialmente del tenis en 2008. Ahí fue cuando confesó que padeció un trastorno alimenticio llamado Bringe eating disorder (BED). "La comida era mi mejor amiga", dijo.
"Me sentía sola y comía", contó alguna vez al Herald Sun. El BED se caracteriza por la ansiedad y voracidad con la que se come.
"Mis atracones solían ocurrir en las tardes, cuando volvía de un largo día en las pistas de tenis", narró a ABC News.
Todo esto se produjo luego del accidente de Hamburgo 1993. Tuvo que convivir 10 años con la enfermedad, sumado a una depresión y el shock que le produjo la muerte de su padre en 1998.
"Mis atracones solían ocurrir en las tardes, cuando volvía de un largo día en las pistas de tenis"
Monica Seles
Fue en 2009 que contó todo esto, cuando lanzó su libro llamado "Getting a Grip: On my body, my mind, my self".
"Un amigo me había pedido que sea la dama de honor en su boda. Yo quería ser glamorosa. Sólo me quería sentir, ya sabes, una chica hermosa y todas esas cosas. Para ello tuve que recurrir a innumerables ajustes porque mi peso no era el mismo debido a mis atracones. Llegó un punto en que dije: 'Hay más en la vida que esto. Necesito ayuda'". Ese fue el momento decisivo para superar su problema.
Hoy, Seles tiene 46 años y vive en Tampa, Florida. Está casada con el empresario Tom Golisano, con quien no tiene hijos. Ha jugado algunas exhibiciones y además, ha brindado diversas charlas para concientizar sobre estos trastornos alimenticios.
Además, no se ha mantenido totalmente alejada del tenis, ya que por ejemplo, en 2016 fue embajadora del WTA Finals. También, a partir del 2015, es portavoz de Shire Pharmaceuticals, los primeros en fabricar medicamentos para tratar el BED.
En 2009 también, ingresó al Salón de la Fama del tenis y es considerada como una de las mejores de la historia. Aún así con todo lo que vivió.
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