Por mucho tiempo se dijo que el básquetbol femenino en Chile prácticamente no existía. Lo repetían jugadoras y entrenadores con el respaldo de los resultados. Sin embargo, emergió un grupo de jóvenes con desparpajo a las que comenzaron a llamar las "Huasitas". Fueron campeonas sudamericanas sub 14 en 2017, repetirían el título un año después en la categoría sub 15 y en 2019 clasificaron al Mundial Sub 17 de Rumania. Hace 55 años que un equipo nacional no accedía a un torneo de este tipo fuera del país.
Ese palmarés las convierte en históricas. Al día siguiente de obtener el pase a la cita mundialista, el técnico costarricense Warren Espinoza entró preguntando "¿qué viene ahora?". El mundo, por supuesto, fue la respuesta. Según él, no hay momento que defina mejor la ambición voraz de sus dirigidas.
Dentro de ese equipo, hay dos estandartes. Por talento y por carácter. Una es la alera Fernanda Ovalle y la otra es la base Catalina Valenzuela. Crecieron jugando en contra, con una fuerte rivalidad, hasta que por cosas del destino llegaron al mismo equipo. Hoy son amigas. Creen que esa "buena onda" es clave para su entendimiento en la cancha.
Fernanda Ovalle - 17 años
Fernanda es risueña y de carácter alegre. Dentro de la cancha es una competidora feroz. Le dieron el premio a la mejor jugadora en los dos sudamericanos que Chile conquistó y formó parte del quinteto ideal en el Pre-Mundial.
(Crédito: Instagram @fer.ovalle1)
Rechazó varias ofertas para ir a Estados Unidos, pero en septiembre del año pasado partió a Montverde Academy. Por ahí pasaron, entre otros, los NBA Joel Embid y Ben Simmons. Sabe que tiene colgado el rótulo de promesa.
"Me motiva mucho para trabajar aún más duro, para seguir logrando mis objetivos. Para mí es una alegría enorme. No es presión", le cuenta a Emol.
Le costó adaptarse a un juego más físico y, sobre todo, a estar lejos de su casa en Providencia. Es muy apegada a sus papás y a su hermana mayor. "Es una excelente persona, una excelente hija, hermana, amiga, una muy buena estudiante. No podemos negar su capacidad atlética, es importante que conoce sus fortalezas y sus debilidades y se preocupa día a día de trabajarlas", comenta el coach Warren Espinoza.
Fernanda admira a Michael Jordan. Por sus movimientos y por esa mentalidad de hierro que lo llevó a arrasar con todo. Todavía no piensa en la WNBA ni en Europa. No hay apuro, dice. "Mi meta es conseguir una beca en una universidad de División I".
Catalina Valenzuela - 17 años
"Si les preguntas a mis compañeras, van a decir que tengo una personalidad fuerte y también soy pesada con las chicas de otros equipos. No dejo que nos pasen a llevar", así se presenta una de las capitanas de la selección y Premio Nacional del Deporte.
(Crédito: Instagram @cata_valenzuela7)
El basquetbol siempre ha estado presente en su vida. Sus dos papás jugaron y, como no tenían con quien dejarla, cuando chica la llevaban al colegio en el que hacían clases.
Ellos le inculcaron disciplina. Constantemente se repite a sí misma que los días en que no hay ganas es cuando más que hay que esforzarse. Al igual que Fernanda Ovalle, tempranamente comenzó a jugar con jugadoras más grandes. Teniendo once años, la llevaron a un Sudamericano sub 14. No se amilanó.
"Es claramente una pieza vital. Ella asume el rol de líder. Es invaluable, mi mano derecha dentro de la cancha. Una jugadora extremadamente competitiva y es la que lleva la voz de mando dentro del equipo. Se ha ganado el respeto de sus compañeras, pregonando siempre con el esfuerzo. Es muy inteligente, tiene lectura de juego", apunta Espinoza.
Sabe que debe salir de Chile. Acá la Liga es de apenas tres meses. Ya estuvo entrenando un mes y medio en Miami y le gustó la experiencia. "En el 2018 recibí una oferta, en el 2019 recibí dos. Todas de Estados Unidos. Yo tenía planeado ir el 2020, pero no sabemos si allá se va a poder jugar", afirma.
La pandemia no solo arruinó el salto al extranjero de Catalina. También la Copa del Mundo que debían disputar este año en Rumania. Hubo desazón, un duelo. Es poco probable que se haga.
Sin embargo, saben que están subiendo una escalera y que la meta son los Olímpicos de 2028. A Fernanda Ovalle y Catalina Valenzuela se suman otras figuras como Valentija Ojeda (también en Montverde Academy), Gabriela Ahumada, Damaris Alarcón y Bárbara Torres. Warren Espinoza revela que tienen un lema: "Somos más que un Mundial".