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"Me gasté mis ahorros", "todo se fue al carajo"... El drama de destacada nadadora chilena que tuvo que renunciar a la selección

Hace un año y medio, Natalie Lubascher dejó su trabajo para dedicarse tiempo completo al deporte. La pandemia trastocó sus planes y dejó en evidencia lo difícil que es ser atleta de alto rendimiento en este país.

11 de Septiembre de 2020 | 16:04 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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Instagram @Kelleynata
Natalie Lubascher estaba en éxtasis. Por primera vez en diez años Chile superaba a Argentina en nado sincronizado y lo hacía nada menos que en el World Series de París. Era el impulso perfecto para el Preolímpico de este año.


En la capital gala, Natalie miró hacia atrás y sintió alivio. En marzo de 2019 le pidieron que hiciera un dueto inédito con Isidora Letelier para los Panamericanos. Era mucha responsabilidad, casi no conocía a su compañera. La idea le daba varias vueltas en la cabeza. Ya tenía un horario frenético levantándose en las madrugadas para cumplir con la selección y luego irse a trabajar. Pensaba y pensaba hasta que tomó una decisión radical. Dejó su puesto de export manager en la Viña San Pedro de Tarapacá para dedicarle todo su tiempo al deporte.

Todo iba bien hasta que la pandemia dinamitó el plan de precisión matemática que había trazado. Según sus propias palabras "todo se fue al carajo". Acaba de renunciar al elenco nacional. Las circunstancias son insostenibles para ella.

"Tenía ahorros, estaba ahorrando muchísimo porque quería hacer otros proyectos nada que ver. Yo tenía presupuestado que mis ahorros me tenían que durar hasta mayo, máximo hasta los Juegos Olímpicos si clasificábamos. Hoy mis ahorros tocaron fondo, me los gasté. Todo el mundo estaba al tanto. Las autoridades sabían. Mandé un mail a todos los involucrados, a la Federación, al presidente del Comité Olímpico. En ese mismo correo, está el relato. Ni siquiera me han contestado", le cuenta a Emol.

Lubascher se armó un improvisado gimnasio en el departamento que comparte con unas amigas, pero no ha vuelto a sumergirse en el agua. Le ofrecieron un permiso especial para retomar los entrenamientos, pero el horario de la piscina no le calzaba con el del trabajo que tuvo que tomar para subsistir. "Yo no vivo con mis papitos, me tengo que pagar todo. Era desesperante", apunta.

Con la selección en el 2018 (Crédito: Instagram @Kelleynata}

La de Lubascher es la séptima renuncia al equipo nacional de nado sincronizado. Muchas se sostenían con la beca Proddar que les dieron por la medalla de plata obtenida en los sudamericanos, algo que Chile no lograba hace 24 años. Pero se las revocaron.

¿Cuáles fueron los argumentos para quitarles ese aporte?

"Para poder volver a tener la beca tienes que revalidar el título, pero los sudamericanos son cada dos años. Tuvimos que encontrar una competencia que fuese equivalente. Se decidió que fuese el World Series de Barcelona. Nos fue increíblemente bien, salimos sextas con el mejor puntaje de Chile en la historia. Después salieron con que no habíamos competido contra ningún país sudamericano, entonces no podían hacer la equivalencia. El país que quedó inmediatamente arriba de nosotros, Israel, un mes después le ganó al campeón sudamericano que era Brasil".

¿Apelaron?

"Después de un año peleando confirmaron que no había vuelta atrás. En el panel técnico cambiaron de opinión, que la decisión que ellos tomaron fue equivocada, pero ya se habían acabado las instancias formales del proceso de apelación. Desde el departamento jurídico del Instituto Nacional del Deporte nos dijeron que era imposible, no tenían cómo justificar ese movimiento de plata. Cuando me enteré de esta noticia, me cayó tan mal que lloré una semana por la impotencia y por la rabia. Sentí que le fallé al equipo, porque yo estaba liderando ese tema".

¿Qué rol ha jugado la Federación en todo este asunto?

"Absolutamente ningún rol. Nuestra Federación está bloqueada porque se perdieron muchísimas platas. Cecilia Pérez puso un pie en el Ministerio y se hizo cargo de algo que a todos nos tenía preocupados, que es cómo se maneja la Federación. Están investigando, están bloqueados. Independiente de eso, ellos nunca nos han apoyado, están ni ahí. Esto lo hemos hecho solo las nadadoras".

Desgaste mental y una vida fuera de Chile


Natalie Lubascher comenzó en el nado sincronizado imitando a su hermana mayor. Desde los 6 hasta los 15 años vivió bajo un estricto régimen de entrenamiento y viajó por Sudamérica compitiendo. No tenía veranos ni vida social. Un día, se cansó. No hubo un detonante, simplemente quería parar.

Tras titularse de agrónoma en la Universidad Católica, volvió. Por pasarla bien, "por chapotear un rato en el agua". Sin buscarlo terminó formando una dupla dorada con Kelley Klober. Devolvieron a Chile a un Panamericano y estuvieron cerca de clasificarse a los JJ.OO. de Río 2016.

Junto a su compañera Kelley Kobler (Crédito: Instagram @Kelleynata)

Pero esos logros no bastaban para evitar las carencias. Lubascher aclara que su decisión se debe a la pandemia, pero reconoce un desgaste mental acumulado a lo largo de estos años de gloria y penurias.

"Siempre teníamos que estar pidiendo ayuda. Nunca había presupuesto de parte de la Federación, pero si íbamos a un matinal o a la radio aparecía de inmediato el presupuesto. La cantidad de cosas que no han pasado es ridícula. Una vez llegamos a Brasil y no habían pagado el arriendo de la piscina. Nos moríamos de vergüenza. Es agotador porque te echas al hombro una responsabilidad que no te corresponde", comenta.


Después de tanto tiempo vinculada al alto rendimiento, ¿cómo seguirá tu vida ahora?

Un ex cliente mío de cuando trabajaba en la Viña San Pedro de Tarapacá me ofreció trabajo en República Dominicana hace año y medio. Él me dijo que me iba a esperar todo este tiempo que yo compitiera, terminara de competir y me fuera a vivir a República Dominicana. Desde hace mucho tiempo me estaba pidiendo que viajara, yo incluso les di la opción que contrataran a alguien más por la incertidumbre. Hace poco viajé a República Dominica y me ofrecieron el trabajo. La verdad es que muchas opciones más no tengo.

¿Podrías arrepentirte de tu decisión?

"Es una salida muy dura, no es lo que yo esperaba que pasara. No me quiero ir con un trago amargo. No estoy apuntando a un culpable, la pandemia ha afectado a todo el mundo. Es súper triste, doloroso, duro. Voy tratar de seguir conectada al deporte, en menos de un mes me voy a otro país, quién sabe más tarde. Mis expectativas aquí son ceros. Apoyos no tuve, no tengo y no tendré. Las competencias son de una incertidumbre total. El Sudamericano no tiene fecha y el Preolímpico quedó para marzo. Yo ni siquiera sé si se va a ocurrir. Es terrible".

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