Los últimos años de Lautaro de Buin han tenido de todo. A fines de 2018, el club que militaba en la Tercera A, consiguió dejar por primera vez en sus casi 100 años de historia el fútbol amateur y lograron de manera inédita el ascenso a la Segunda División Profesional.
Sin embargo, un año después, la situación era crítica. El "Toqui", que no pudo acomodarse a la categoría, estaba cerca del descenso. Volver al amateurismo era cosa de tiempo.
Cuando parecía cada vez más cerca su retorno a Tercera, comenzó la crisis social en Chile. Se suspendió el fútbol y finalmente decidieron congelar los descensos. Fue una oportunidad de oro que hoy están aprovechando.
Tras este tanque de oxígeno, en 2020 se reforzaron con todo -incluido ex seleccionados como Fernando Meneses y Hans Martínez- y hoy son el equipo revelación de la Segunda. De hecho, tras terminada la primera rueda, son los líderes invictos (con un partido menos) del torneo y tienen la primera opción de subir a la Primera B.
Diego Cuellar, la figura del "Toqui"
Aparte de la inversión y del ambicioso proyecto deportivo que armó el club, que cuenta con la remodelación de su estadio y de mejorar la infraestructura del centro de entrenamiento, hay un refuerzo que ha sido clave en este brillante presente: Diego Cuellar.
El atacante de 34 años lleva ocho tantos en diez partidos (es el goleador del torneo junto a Matías Rubio de Recoleta). Pero no solo es el máximo artillero de esta temporada, sino que Cuellar también se transformó en el goleador histórico de la Segunda División del país con 69 dianas.
"El equipo es muy compacto, somos una linda familia. Nos llevamos todos bien, nadie tiene problemas con nadie. Todo eso ha ayudado al gran momento de Lautaro. Lo primordial es la calidad de personas. Hay cariño, no hay envidia, compartimos. Esa es la base", cuenta el artillero a Emol.
-¿Cómo te tomas el ser el goleador histórico de la Segunda?
"Es una categoría que, entrecomillas, la gente mira en menos. Pero año a año ha ido mejorando bastante, en cuanto a nombres y equipos que se arman. De hecho, llegan muchos jugadores de nombre y no siempre terminan jugando. Es una categoría de mucho correr, de mucho roce y que es muy complicada.
Me motiva ser el goleador, me dan ganas de seguir peleando y dejar un nombre marcado en el campeonato. Pero no es algo que me vuelve loco. Tengo mis prioridades bastante claras y lo más importante hoy es que Lautaro de Buin sea campeón y suba a Primera B".
69Goles lleva en Segunda División
-Al margen de seguir estirando tu registro goleador en Segunda, ¿tu sueño es llegar a Primera con Lautaro?
"El proyecto de Lautaro es muy lindo. El profe Carlos (Encinas) ha hecho algo muy lindo, el engrandecer a un club que viene del fútbol amateur. Darle pergaminos para, si Dios quiere, estar en una división mejor. Claramente me gustaría seguir en un proyecto que, si siguen las personas que están hoy, puede dar muchos frutos. Es un sueño ambicioso (llegar a Primera), pero hay que ir paso a paso. Lo primero es ir semana a semana y tratar de salir campeón".
-Llevándote al pasado, hace más de 10 años, en 2009, estabas en Ovalle en Tercera. Ahí, dieron una gran sorpresa, eliminando a Colo Colo en semis de la Copa Chile, partido en el que incluso anotaste...
"Sí ese año llegamos a la final contra la U. de Concepción. Dejamos eliminados a grandes equipos como La Serena, Cobresal, Colo Colo y Huachipato. Es un hito importante para la historia que un equipo de Tercera llegue a una final. Nadie esperaba que hiciéramos lo que hicimos, de eliminar a Colo Colo. Teníamos un equipo con mucha hambre".
-Luego de eso y de tener más pantalla, ¿Te llamaron de equipos de Primera División?
"Sí. Ese año estaba en La Calera (en Primera B) y como había jugado por Ovalle la Copa Chile, me dejaron terminar de jugar la Copa con Ovalle. Pero yo ya había firmado por La Calera. En ese tiempo estaba Sergio Jadue de presidente y creo que llegó una oferta de Colo Colo y no la quisieron tomar. Me dijeron que a final de cuentas igual me iban a comprar, pero querían que estuviera en La Calera hasta fin de año.
Me motiva ser el goleador, me dan ganas de seguir peleando y dejar un nombre marcado en el campeonato. Pero no es algo que me vuelve loco. Tengo mis prioridades bastante claras y lo más importante hoy es que Lautaro de Buin sea campeón y suba a Primera B
Diego Cuellar
Esa temporada no nos fue muy bien, pero terminé jugando y haciendo goles. Colo Colo se quiso ir por mí, pero lamentablemente en un entrenamiento sufro una lesión de ligamento y hasta ahí llegó el acuerdo. Luego vuelvo a mediados de 2010 después de cortarme los ligamentos. Y de ahí ascendimos a Primera División. En 2011 no jugué mucho, pero le hice un gol a la Católica. Llegaron muchos jugadores y me llamaron de San Luis. Tenía ganas de jugar y me fui".
Ahí deambuló en la Primera B. No tuvo un buen paso por San Luis y tampoco tuvo grandes actuaciones en La Serena ni Naval, ambos elencos que estaban en el ascenso chileno.
"No tuve regularidad, no jugué mucho. Me pasaron la cuenta las lesiones, me volví a cortar el ligamento, tuve una lesión de hombro que me dejó varios meses afuera. No fue un buen momento", cuenta Cuellar, quien se define como un delantero "potente y con buen juego aéreo".
Tras esos malos años, volvió a Ovalle en Segunda y renació. Incluso, en la temporada 2016-2017 arriba a Vallenar y en 2017 fue escogido como el mejor jugador del año en la Segunda División.
A tres años de ese logro, hoy sigue a buen nivel y quiere más: "Físicamente me siento bien, creo que puedo jugar en una división mejor. Pero mi sueño hoy es ser campeón con Lautaro. El retiro no se me pasa por la cabeza. Todavía siento ese nerviosismo en los partidos, me preparo bien y me cuido harto. Puedo dar más y estoy pasando por uno de mis mejores momentos".
Así está la tabla de la Segunda División antes del inicio de la segunda rueda