Royston Drenthe es una de las tantas promesas del fútbol que nunca se logró consolidar. El holandés, tras brillar en la Eurocopa Sub 21 con Holanda, llegó al Real Madrid en 2017 a cambio de 14 millones de euros.
Parecía que sería el dueño de la banda izquierda de los merengues por largo tiempo. Sin embargo, su estadía es recordada más por polémicas y escándalos que por lo hecho en cancha.
El zurdo, que fue dirigido por el chileno Manuel Pellegrini, desclasificó el accidente automovilístico que protagonizó en la capital española.
"Fue horrible. Venía de casa de Robinho y tenía que ir a recoger a mi exnovia y a mi hermana al hotel. Puse el GPS e iba por la calle Alcalá, vino una ambulancia, traté de de apartarme y choqué contra un coche de la Policía. El auto sufrió destrucción total y creo que el policía quedó lastimado porque toqué la puerta del conductor", dijo en el programa "El Chiringuito".
Drenthe con su primer sueldo en el Madrid se compró un Porsche Magnum. Reconoció que no era nada prudente para manejar.
"Ya no soy así. Ahora me ponen una multa de 30 euros y ya me pongo nervioso. Antes me daba igual. Cuando yo iba de Holanda a España, siempre me paraba la policía cuando quería entrar al país y tenía que pagar cuatro o cinco multas juntas o me llevaban con ellos unas horas a la cárcel", comentó.
El holandés también se refirió a su fama de fiestero: "Si perdíamos un partido me quedaba en casa un día, en la habitación o viendo la tele. Cuando ganábamos me ponía feliz. A veces iba de fiesta, era verdad. La discoteca de Robinho era muy guapa".
