Enorme victoria del Chelsea en la final de la Champions League. El equipo "blue" le ganó 1-0 al Manchester City de Josep Guardiola en Portugal y logran su segunda "Orejona" tras 9 años, luego de la conseguida en 2012 ante el Bayern Munich.
Chelsea fue mejor. Durante los 90' mostró un carácter inigualable y siempre estuvo fiel a su estilo. Tuvo en
N'Golo Kanté a unas de las figuras del compromiso y en
Kai Havertz a un incansable y luchador delantero.
Por otro lado, el City no tuvo su mejor partido. La ausencia de un volante central neto pareció incomodarlo y se mostró -extrañamente- muy falto de ideas en los últimos metros.
En el trámite del encuentro, los ciudadanos comenzaron con una presión alta asfixiante, pero poco les duró. Chelsea supo cómo superar esa línea de presión y se creó al menos tres chances claras. Timo Werner no pudo concretarlas.
Pero llegó el minuto 42. Mason Mount, otro de buen partido, filtró un pase sensacional para Havertz.
El alemán con una diagonal se incrustó entre la defensa, se sacó al golero Ederson y definió con arco descubierto. Así se fueron al descanso.
Para el complemento, Guardiola metió mano al equipo: Hizo ingresar a Fernandinho, Gabriel Jesus y Sergio Agüero. Algo más de fútbol tuvo, pero aún así fue el equipo londinense el que estuvo más cerca del segundo. Christian Pulisic erró un increíble mano a mano a los 73' y el City seguía ilusionado con el empate.
Pero la igualdad nunca llegó. Chelsea se cerró muy bien atrás, despejó cada centro amenazante que llegó al área y salvo un disparo de Riyad Mahrez en el 90+6', el pitazo final fue un grito de desahogo. Segunda Champions para el equipo dirigido por Thomas Tuchel.