El boom por el pádel se ha disparado en el mundo. Ya está en los cinco continentes y hay más de 50 países en que se juega. Chile está incluido.
Los clubes santiaguinos rebosan de gente post horario de oficina. La demanda muchas veces supera la oferta. Cuesta encontrar canchas disponibles.
"Comparando lo que es el 2018 con 2021, los clubes han aumentado por lo menos un 300% lo que es la demanda de canchas. Es un crecimiento exponencial. Con respecto al aumento de la cantidad de canchas, según el catastro que teníamos nosotros el año 2019, había 200 canchas y hoy hay cerca de 500 canchas. Acá el hecho de que se junten cuatro personas ya es una actividad social, una reunión. Entonces, eso generó que el pádel sea tan atractivo. La gente lo busca no solamente para hacer un deporte, si no que la pasan bien, se ríen, es una entretención social, no solamente la parte deportiva", le cuenta el presidente de la Federación, Fabián Parolin, a Emol.
En la década del sesenta el mexicano Enrique Corcuera levantó un muro de tres metros frente al frontón de su casa en Acapulco, puso una red entremedio y cerró los costados con muros de altura media. Así nació el pádel. Se juega en parejas, dos contra dos, y es muy parecido al tenis.
Actualmente hay 15 mil jugadores activos. Parolin cuenta que el auge viene desde el estallido social. De acuerdo a su relato, la gente buscaba hacer actividades en espacios "más protegidos" y llegaron a los clubes de pádel. Sin embargo, la pandemia "fue destructiva".
Pero con los cambios en las restricciones sanitarias la gente se volcó a los clubes. El pádel tiene la ventaja que no hay contacto directo entre los jugadores
"Comenzó a crecer bastante esto por el tema de la pandemia. Todos estaban encerrados, la gente estaba buscando una actividad deportiva que fuese al aire libre. Es un deporte súper amigable. Es un deporte fácil de aprender, no requiere de tanta técnica al principio", comenta el seleccionado nacional Claudio Santibáñez.
El arriendo de una cancha cuesta en promedio 20 mil pesos la hora y ese monto se suele dividir entre los cuatro jugadores. Hay paletas desde 50 mil pesos y al principio no se necesita mayor implementación para practicarlo.
(Crédito: Cedida por Claudio Santibáñez)
José Tomás Del Río partió en 2016 con Refugio Chicureo. Afirma que el cambio ha sido notorio.
"Al principio lo que pasaba es que fuimos un poco pioneros en Santiago y era un poco más difícil llenar la cantidad de canchas que uno tenía. Pero se ha notado en el último año, durante la pandemia, el boom de este deporte. Yo tenía cuatro canchas en Chicureo. Hoy tengo siete. Nosotros teníamos en una época normal, en que no había boom, alrededor de 60 personas al día. Hoy estamos en el triple, cerca de 180 personas al día", declara.
"Hoy ha crecido enormemente la oferta de canchas. Comparado con deportes grupales, a mi parecer es un costo razonable 20 mil pesos la hora, a comparación con el tenis, golf", complementa Nicolás Magallon, socio de Alto Pádel.
Las hermanas Sofía y Alejandra Guillier jugaban tenis, pero en 2019 llegaron al pádel. Sofía recuerda que en ese tiempo no había muchas mujeres para jugar.
Debido a eso, y en plena pandemia, las hermanas Guillier crearon el primer circuito 100% femenino y lo llamaron Wonder Pádel.
"Hoy para arrendar una cancha de pádel tienes que pedirlas con semanas de anticipación porque no hay disponibilidad. Encontrar un profesor de pádel con horarios es imposible. La cantidad de gente tomando clases es impresionante. El boom ha sido muy notorio en el lado femenino. Cuando nosotros empezamos a jugar pádel no había mujeres en torneos. Si íbamos a jugar en la semana, eran puros hombres jugando y nosotros. Hoy en día si vas jugar pádel es mitad mujer y mitad hombre", relata Sofía.
(Crédito: @bullpadelchile)
Sofía cuenta que las inscripciones para los torneos se llenan casi completamente en menos de una hora. Los certámenes antes se circunscribían a los fines de semana, pero debido al número de participantes ahora se disputan de martes a domingo.
El fenómeno del pádel no solo se da en Santiago. Andrés Ramírez creó "Colchagua Pádel" en Santa Cruz.
"Partimos con una cancha y ya vamos en tres. Yo jugaba pádel en Santiago y conocí mucha gente de regiones. Por ejemplo, en Rancagua es una locura. Después de la pandemia abrieron como ocho clubes más, en San Fernando también. El boom es transversal a la región", afirma.
"En el sur necesitas invertir en un techo por la lluvia. Por eso el crecimiento en el sur ha sido un poco más lento por el costo de inversión y porque no está la cultura del pádel. Pero está creciendo. Nosotros estábamos poniendo el pasto aún y la gente se paraba a preguntar cuándo iba a empezar o cómo podía arrendar", complementa Patricio Wenzel, de "Padel del Lago" en Villarrica y Pucón.
El desafío del pádel
Fabián Parolin levantó la Federación en 2010. Dice que ahora por primera vez las empresas los miran por "mover una masa de gente muy grande".
Sin embargo, todavía ve un problema para el desarrollo de este deporte. La mayoría de las canchas son privadas y están en el sector oriente de Santiago.
"Lo único malo es que todavía el pádel está circunscrito en un nivel socioeconómico demasiado alto. Eso es peligroso, porque no hace que el deporte se desarrolle, como pasa en Argentina, España, que sea más masivo y estable. Hoy estamos instalados en los lugares más caros de Chile", asegura Parolin.
El seleccionado Claudio Santibáñez, además, apunta a la importancia de formar jóvenes.
"Para seguir haciendo que crezca este deporte, hay que meter personas más jóvenes, ya que la mayoría de las personas que juegan son adultos de 20 para arriba", sentencia.
