Tranquila, en control y consciente de la oportunidad que tiene. Así ve el ex lanzador y múltiple campeón panamericano, Gert Weil, a su hija Martina en la previa de la final de 400 metros planos que se disputará esta noche en el Estadio Nacional.
La ilusión la justifica por el momento en que llega la velocista a estos Juegos, tras haber competido en el Mundial de Atletismo de Budapest hace dos meses. A esa experiencia agrega el nivel que exhibió en su semifinal el lunes, donde ganó su serie con sobriedad. Así lo ratifica el ex balista en conversación con Emol, que remarca la madurez competitiva con que la percibe en la pista.
“En general trato de ser muy realista y mantener los pies en la tierra respecto a las expectativas, pero en su semifinal mostró que está muy en control de lo que está haciendo y podemos soñar con que puede ganar. Si plantea la carrera como en su serie, corriendo a tope hasta el final, yo creo que puede hacer su mejor marca”, dice.
El que fuera campeón panamericano de la bala en Indianápolis 1987 y La Habana 1991 cuenta que está observando con una sana envidia a los atletas nacionales que están compitiendo en casa con grandes marcos de público, como hace tiempo no se veía para el atletismo. Lo hace acordar al sudamericano de atletismo de 1974 que se disputó en el recinto de Ñuñoa, al que lo llevó su papá.
“Esa es la vez que recuerdo más lleno el estadio. Cuando a mí me tocó un sudamericano acá también hubo bastante gente, pero no lo que hemos vivido estos dos días en el Nacional”, revela.
Lo emocionaron los oros de Lucas Nervi en el disco y Santiago Ford en el decatlón. La de este último la califica como una historia increíble que merece ser dada a conocer y en que la realidad supera la ficción. Con respecto a Nervi, hace una interesante reflexión luego de su triunfo en el lanzamiento del disco.
“A mí me gusta mucho una definición de éxito y creo que refleja lo que hizo Lucas. Es el punto de intersección entre la curva de preparación y la de oportunidad. Lucas aprovechó la oportunidad. Ganar un panamericano con 63 metros, no hay que creerse demasiado el cuento, no fue muy exigente el nivel. Pero lo hizo con su mejor marca de la temporada y significa que su preparación fue la correcta. Y lo aprovechó, porque si uno no está preparado, las oportunidades pasan”, comenta.
Esta semana le toca estar desempeñando el papel de analista en TVN, nada menos que con su hija como protagonista. “Fue emocionante cuando corrió la semifinal. Ver las expresiones de cariño hacia ella. Tenía hasta unas barras personales con los colores de su colegio”.
No obstante, cuenta que no le han resultado sencillas las transmisiones, ya que es primera vez que lo hace en directo desde un estadio. “Es difícil porque hay muchas cosas pasando al mismo tiempo y es complicado sincronizar con lo que están mostrando en la pantalla, meten otros deportes entre medio. No es fácil, pero es entretenido, un privilegio”, admite.
Weil también es claro con respecto al legado que cree dejará Santiago 2023. Dice que la gente tiende a pensar en cosas materiales, en infraestructura, equipamiento. Pero que el mayor legado es el fenómeno social en que se han convertido estos Panamericanos, y espera que se puedan sacar lecciones.
A su juicio el fenómeno deportivo puede ayudar a resolver muchísimos problemas y no siempre se debe estar poniendo en duda si se ponen recursos en el deporte y en la formación de deportistas. “La alegría que han generado, la cantidad de gente que ha visto otros deportes que no sean el fútbol. El fútbol está tan ligado a esta negatividad de las barras, los delincuentes que lamentablemente lo echan a perder. Yo el fútbol como expresión deportiva me encanta, pero no lo apoya el entorno”, concluye.