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Cómo fue el caso de homicidio por el que condenaron a Luciano Cabral y que le impediría jugar la Copa América

El talentoso futbolista de Coquimbo tiene complicado poder entrar a Estados Unidos.

11 de Mayo de 2024 | 10:16 | Redactado por Felipe Santibáñez, Emol
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Luciano Cabral con la camiseta de Coquimbo Unido.

Photosport
Luciano Cabral, volante de Coquimbo, ha maravillado con su fútbol en canchas chilenas y se ha convertido en uno de los jugadores más determinantes del medio nacional. Su buen nivel sedujo a Ricardo Gareca y el técnico lo incluyó en la prenómina para la Copa América. El mediapunta cumplía así uno de sus grandes sueños: jugar por la selección. Sin embargo, ese deseo fue dinamitado.

Cabral no podría entrar a Estados Unidos, ya que el país norteamericano prohíbe el ingreso a personas con condenas judiciales. En 2019 el jugador fue sentenciado a 9,5 años de cárcel al ser declarado culpable de homicidio junto a dos familiares. Por buen comportamiento, el castigo se redujo y luego de cinco años quedó en libertad condicional.


¿Qué fue lo que ocurrió? La vida de Cabral dio un giro radical el 1 de enero de 2017. Fue partícipe de una pelea callejera en General Alvear, en Mendoza, Argentina, y en la riña murió Joan Villegas (27 años).

Luciano Cabral por ese entonces militaba en el Athletico Paranaense de Brasil y era considerado una gran promesa, ya había brillado con Chile en un Sudamericano Sub 20.

Viajó a su país de origen para celebrar las fiestas de fin de año junto a su familia. En su barrio se encontró con Villegas, con el que tenía problemas desde hace bastante tiempo.


La historia terminó muy mal. El cuerpo de Villegas apareció tirado en la calle. Había recibido una paliza. José Cabral, padre de Luciano, Álex Olguín, primo del futbolista, y un menor de edad fueron detenidos.

Luciano también fue encarcelado, pese a negar su participación en el crimen. En el juicio, su papá confesó que él mató a palos a Villegas y dijo que lo hizo porque salió en defensa de su hijo, que fue atacado previamente por la víctima.

"Después de repetir que es 'el único responsable' de la muerte de Joan, José Cabral pintó a la víctima como una persona sin escrúpulos, que lo amenazaba y le pedía dinero a cambio de no hacerle nada a Luciano cuando venía de visita a General Alvear", informó por aquel entonces el diario Los Andes.

Al padre le cayeron 18 años de prisión, al primo ocho y a Luciano más de nueve. En sus zapatillas se encontraron manchas de sangre, lo que lo situó directamente en el lugar de los hechos. "Yo no maté a tu hijo, te lo juro", aseguró el deportista en un mensaje a la madre de Villegas.

En la cárcel de San Rafael (Mendoza), Luciano fue visitado constantemente por ex compañeros y se entrenaba con un preparador físico para no perder la forma.

Sin embargo, era muy difícil mantenerse firme en un escenario tan oscuro.


"Se siente miedo día a día estando preso. Cuando pasaron los primeros años en la cárcel perdí la esperanza de volver a ser jugador de fútbol. Me aferré a Dios, a mi familia y amigos y empecé a ver de vuelta la luz para poder volver", confesó tiempo después en una entrevista con DSports.

"Duele, porque al final del proceso ves caras y no corazones. Muchas veces lo que te lastima allá adentro es decir 'cuántas veces hice por este o por aquel', y hoy en día ni siquiera me escriben para saber cómo estoy o cómo está mi familia", añadió.

Pasó el tiempo y por buen comportamiento se le dio la oportunidad de salir en libertad provisional: "Yo no soy ningún asesino, no maté a nadie, solo quiero jugar al fútbol. Y si me dan la libertad no me voy a fugar".

En 2022 empezó a entrenar nuevamente en el Centro del Fútbol Profesional Sergio Daniel Batista de Argentinos Juniors y el año pasado firmó por Coquimbo Unido.

Cabral es de esos a los que llaman "distintos". Dicen que está en el radar de Colo Colo y que incluso podría dar el salto al extranjero. Por ahora, el sueño de jugar por Chile tendría que esperar. La Copa América de Estados Unidos está prácticamente descartada, sin embargo, la puerta no quedará cerrada de cara al futuro.

"Su condena es de casi 10 años y los casi 6 que estuvo en prisión dificultan la obtención de un permiso (de Estados Unidos). La posibilidad existe, pero es un proceso complicado que requeriría involucrar a autoridades de alto nivel y hacer gestiones tanto en la Embajada de Estados Unidos como en el Departamento de Estado. Esto le podría permitir participar en el Mundial 2026, pero la Copa América 2024 es un reto mucho más complicado", expresó el ex director de Migraciones y actual asesor de la ANFP, Álvaro Bellolio, a El Mercurio.
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