Desde el próximo lunes,
Jannik Sinner se convertirá en el número 1 del mundo sin importar lo que pase en Roland Garros.
El retiro por lesión de Novak Djokovic en París lo benefició al jugador de 22 años, que será el primer italiano en subir a la cima del ranking.
Sinner, campeón en esta temporada del Abierto de Australia, Rotterdam y Miami, es entrenado por dos nombres, que son claves en la construcción de su éxito.
El primero es Simone Vagnozzi, ex coach de jugadores como Marco Cecchinato y Stefano Travaglia, y
el segundo, más conocido, es Darren Cahill.
El australiano llegó al cuerpo técnico de Sinner en 2022, buscando darle un salto de calidad al italiano. Y vaya que lo logró.
Cahill tiene 58 años, fue tenista, ganó dos títulos y logró ser 22 del mundo. Sin embargo, como entrenador es donde tiene sus mayores pergaminos: Ha llevado a cuatro tenistas al número 1.
Su primer gran pupilo fue Lleyton Hewitt, con quien empezó a trabajar a tiempo completo en 1999. En aquella temporada, Hewitt saltó del 100° al 25°, mostrándose como uno de los animadores del circuito.
El 2001 fue su última campaña juntos, en las que el australiano consiguió ganar Wimbledon y el Torneo de Maestros, transformándose bajo el alero de Cahill en el número 1 más joven de la historia hasta ese momento.
En 2002 contó con una oferta para ser coach de Marat Safin, pero declinó de la oferta ante la insistencia de una figura rutilante: Andre Agassi.
El estadounidense logró con Cahill regresar a los primeros planos, ser campeón en Australia 2003 y volver a ser N°1, desplazando justamente a Hewitt. Además, el "Kid de Las Vegas" se convirtió en el 1° más veterano de la historia hasta ese minuto.
Siguió sumando títulos y fue finalista en el US Open en 2002 y 2005, hasta que en 2006 se retiró, rompiendo así también su vínculo con el coach australiano.
Cahill luego se dedicó al análisis en televisión y colaboró con algunas figuras como Andy Murray o Fernando Verdasco, antes de en 2017 volver al ruedo.
En ese año se hizo coach de la rumana Simone Halep, quien con él ganó Roland Garros 2018 además de convertirse en N°1 del mundo.
El brillante currículum de Cahill hace que no sorprenda el tremendo nivel que hoy muestra Sinner.
Sobre su rol sobre el italiano, el australiano dijo hace algunos meses que "se basa en la experiencia y en ayudarlo mentalmente en los momentos importantes para saber manejar situaciones y asegurarnos trabajar en los detalles correctos para llevarlo al lugar en el que quiere estar. Los pequeños detalles marcan una gran diferencia en la carrera de un jugador".
Ya con la consagración en Australia este año había comentado también que "es un chico especial. Cuando golpeas la pelota como él lo hace, cuando quieres mejorar como él lo hace y cuando te mueves como él lo hace, en algún momento vas a tener éxito. Nuestro trabajo como entrenadores es tratar de acelerar eso lo más rápido posible y llevarlo donde quiere ir rápidamente para que pueda estar durante mucho tiempo en la cima. Le está yendo bien, está absorbiendo todo y probando cosas nuevas en la cancha. Estoy seguro de que después de que esta victoria se asiente, no se conformará. Nunca lo hará".
