Desde principios de mes que
Nicolás Jarry (20°) no atraviesa un buen estado de salud. Tras su participación en Roland Garros, torneo en el que fue eliminado en primera ronda,
el chileno no ha vuelto a las canchas debido a una neuronitis vestibular que lo ha aquejado.
En palabras simples, es una infección al oído que le ha producido fuertes mareos y episodios de vértigo.
El mismo Jarry sembró la preocupación hace una semana, cuando en conferencia de prensa comentó: "
Aún no estoy entrenando, no tengo la capacidad de ir a la cancha a entrenar. Juego con mi familia para ir aprendiendo a balancearme, que es lo que me atacó y que perdí. Puede durar mucho tiempo, meses o semanas. Varía de cada persona.
Estoy haciendo todos los ejercicios posibles para reeducar mi cuerpo. Con fe, tratando de aprovechar el tiempo para otras cosas. Me encantaría tener una fecha o cosas más claras, pero voy día a día. Cada día voy un poco mejor".
Este problema trajo incertidumbre, ya que hizo que Jarry se bajara del ATP 500 de Queen's que se está jugando esta semana y lo dejó en la nebulosa de cara a Wimbledon, cuyo cuadro principal arranca el 1 de julio.
Sin embargo, el chileno tomó una decisión. Según pudo saber Emol desde el entorno del tenista, el 20 del mundo viaja este viernes a Inglaterra "con la esperanza de llegar para estar para jugar en Wimbledon".
Jarry saldrá hoy de Santiago rumbo a Londores y en su idea también está disputar el The Boodles, torneo de exhibición previo al Grand Slam en césped, para agarrar ritmo de competencia en la superficie.
Este certamen se juega desde el 25 al 29 de junio y se juega en el Stoke Park en Buckinghamshire.
El torneo, que no reparte puntos, se juega cada año y reúne a los mejores tenistas del mundo. En esta ocasión, junto a Jarry estarán Andrey Rublev, Stefanos Tsitsipas, Hubert Hurkacz, Felix Auger-Aliassime y Sebastian Korda.
