España no entraba entre los principales favoritos de los expertos en la previa de la Eurocopa,
pero bajó a todos los candidatos. El equipo dirigido por Luis de la Fuente nunca claudicó,
lo hizo con el mismo fútbol desde el debut ante Croacia hasta la final, y se coronó como un campeón con poco lugar a la discusión.
En la final, se impuso por 2-1 a Inglaterra con un gol casi sobre la hora de Mikel Oyarzábal para sumar la cuarta Eurocopa de su historia. Una digna sucesora de la generación inolvidable liderada por Xavi, Iniesta, Casillas y Sergio Ramos, entre otros.
El primer tiempo fue igualado, con pocas situaciones de peligro en las áreas y terminó sin goles. España sufrió la dura baja de Rodri, que se marchó lesionado en el descanso.
Pero en el complemento el trámite cambió. A los 46', Nico Williams culminó una gran acción individual de Lamine Yamal para batir a Jordan Pickford y abrir la cuenta.
Cerca estuvo de llegar el segundo, pero los hispanos no estuvieron finos en la definición para liquidar el partido y dejó viva a una Inglaterra que reaccionó.
Gareth Southgate se la jugó con los cambios, y tal como en partidos anteriores, le resultó.
Luego de una buena combinación entre Bukayo Saka y Jude Bellingham, Cole Palmer (73') entró de lleno desde atrás para rematar desde el borde del área y colocar el empate.
Inglaterra tomó envión con el empate, pero solo le duró unos minutos. España volvió a tomar el mando del juego, y encontró premio.
A los 86 minutos, Marc Cucurella envió un centro que encontró habilitado a Mikel Oyarzábal. El atacante que ingresó en la segunda parte se anticipó a Pickford y anotó el segundo para desatar la algarabía entre los hinchas españoles que eran minoría en Berlín.
España, luego de algunos años lejos de las definiciones, se erige como el más ganador en la historia del torneo, dejando atrás a Alemania con tres títulos.