La boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting superó este miércoles las semifinales de la categoría de -57 kilos de los Juegos Olímpicos de París 2024, con lo que las dos púgiles envueltas en una polémica de género competirán por el oro olímpico.
Lin derrotó a la turca Esra Yildiz Kahraman por decisión unánime sobre el ring instalado en Roland Garros, el emblemático estadio de tenis parisino, donde su triunfo fue recibido con aplausos por miles de espectadores.
La argelina Imane Khelif, la otra boxeadora inmersa en la polémica por fallar una prueba de género el año pasado, ya estaba también clasificada para la final de los -66 kilos.
La espigada Lin, cinco centímetros más alta que su rival, dominó el combate desde el inicio con un único desliz en el primer asalto, cuando tropezó y cayó brevemente a la lona.
Pero la taiwanesa se mantuvo a distancia de los puños de su oponente y acabó imponiéndose con claridad en las tarjetas de los cinco jueces.
De esta forma, Lin luchará el sábado por su primer título olímpico tres años después de quedar fuera del podio de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Su última contrincante será la polaca Julia Szeremeta, de 20 años, que venció en la otra semifinal por decisión dividida (4-1) a la filipina Nesthy Petecio, medallista de plata en Tokio-2020.
La polémica por sus actuaciones
La participación en París 2024 de Lin y de Khelif generó un gran revuelo mediático y político, después de que fueran descalificadas el año pasado del Mundial femenino por no superar una prueba de elegibilidad de género, cuyos detalles no se han hecho públicos.
Las suspensiones fueron decididas por la IBA, organismo enfrentado al Comité Olímpico Internacional (COI) y al que se retiró la organización del torneo de París 2024 por problemas de ética y transparencia.
Esta semana, la IBA afirmó que Lin y Khelif fueron sometidas a "pruebas genéticas que demuestran que son hombres", lo que provocó que autoridades de Taiwán amenazaran con emprender acciones legales contra ese organismo.
El presidente del COI, Thomas Bach, y altos funcionarios de Argelia y Taiwán han defendido enérgicamente a Khelif y Lin, afirmando que nacieron y se criaron como mujeres y que tienen pasaportes que así lo muestran.
"Son dos boxeadoras que nacieron mujeres, que crecieron como mujeres, que tienen pasaporte de mujeres y que han competido muchos años como mujeres", dijo el responsable del movimiento olímpico, denunciando "una guerra cultural" de los que quieren apropiarse "de la definición de lo que es una mujer".
El triunfo de Lin Yu-ting