Jack Draper (25°) es una de las grandes sorpresas del US Open, último Grand Slam de la temporada.
El británico de 22 años por primera vez llega a semifinales en un major. Su mejor resultado había sido apenas una cuarta ronda en la edición de 2023.
Para llegar a esta instancia, dio el batacazo al eliminar en sets corridos (6-3, 7-5 y 6-2) a
Álex de Miñaur, 10 del mundo y uno de los más regulares del circuito.
Más inesperado es si se toma en cuenta que Draper todavía no pierde parciales en todo lo que va de torneo. Además, pese a que es joven, ganó recién su primer título ATP este año, en junio pasado.
Por otro lado, y a pesar de que es el 25 del mundo, un gran ranking, hace un año estaba fuera del top 100, lidiando con dificultades físicas, el gran problema hasta ahora en su corta carrera.
En conferencia, reconoció: "Jamás había llegado a unos cuartos de final de Grand Slam, no sabía qué esperarme. No lo sabía. Sí que sé que tengo a gente increíble a mi alrededor, a un gran equipo. No me siento superado por las situaciones que estoy viviendo. El hecho de haber estado ya en muchos momentos complicados a lo largo de mi carrera, con lesiones y molestias, en los que he pensado que quizás debía dejar este deporte... seguí confiando en mí mismo. Esos momentos son duros. Comparado con eso, esto es un privilegio, estar en este lugar es un honor. No tengo miedo de llegar aquí. Este es el motivo por el que juego al tenis".
Ahora, en semis, enfrentará a Jannik Sinner, 1 del mundo, y quien -según sus palabras- es uno de sus amigos en el circuito.
El escándalo que protagonizó
Draper hace algunas semanas fue noticia en el mundo del tenis, al protagonizar el escándalo del año en este deporte, como lo catalogaron diversos medios especializados.
¿Qué pasó? Todo ocurrió en el Masters de Cincinnati, en el partido de octavos ante Félix Auger-Aliassime, el 16 de agosto pasado.
Draper estaba 40-30 con punto de partido (5-7 6-4 y 5-4). Sacó abierto, el canadiense devolvió a los pies de su rival, lo que provocó que la volea del británico pegara en su raqueta y luego diera un bote en su campo, antes de pasar al lado contrario con un extraño efecto.
El punto debería haber sido para Aliassime, que incluso se estaba marchando para recibir el saque nuevamente. La sorpresa fue cuando el juez de silla dijo
"juego, set y partido para Draper" ante la mirada atónita de todos los presentes y de ambos tenistas.
De ahí vino una larga discusión. El británico estaba dispuesto a jugar otra vez el punto, pero... "lo repetiría. Si hubiese una repetición -refiriéndose a una imagen- lo repetiría", decía Draper.
Aliassime, no daba crédito a lo sucedido. "Es horrible lo que acabas de hacer. ¿No has visto la bola botar en el suelo?. Te vas a ir ahora, y esto va a estar en todas partes, es ridículo", le lanzaba el canadiense al umpire.
Incluso, luego fue llamado el supervisor del partido, pero nada cambió. Luego el canadiense le estiró la mano a un Draper que ni celebró ante el público la victoria.
Días después, en conversación con la BBC, el británico reconoció que el punto había sido ilegal.
"Han sido cuatro o cinco días muy difíciles después de eso. Es la primera vez que sufro tantas críticas y que se cuestiona mi integridad como deportista. Para mí, una de las cosas más importantes es ser honesto, hacer lo correcto y ser buena persona antes de que ser un buen tenista", dijo.
Y apuntó: "Siempre va a haber debate, la gente puede dar su opinión y puede decir lo que siente y piensa. ¿Tengo que estar de acuerdo con lo que dicen? No, porque sé la situación y sé mi verdad y ellos no. Pero tienes que respetarlo, es parte de ser un gran jugador. La gente te preguntará y no te puedes enfadar con ellos porque cuando vimos la repetición claramente fue un golpe ilegal. Es difícil ver tantas críticas pero cuando eres un deportista de élite estás sujeto a ciertas situaciones en las que recibes críticas. Sé mi verdad y en esa situación no sabía lo que había pasado".
