El capitán boliviano Luis Haquín terminó de rodillas en la cancha del Estadio Nacional de Santiago tras el pitazo final. Estaba al borde de las lágrimas, se cubría el rostro con las manos, sabía que él y sus compañeros acababan de hacer historia. Su selección derrotó 2-1 a la "Roja" por Clasificatorias.
Chile es una tierra difícil para Bolivia. Hasta el martes, solo registraba un triunfo acá en un amistoso disputado en la década del noventa, nunca había ganado un partido por los puntos.
El elenco altiplánico luce renovado tras una nefasta Copa América y suma dos victorias seguidas en Clasificatorias que lo ponen en carrera por el Mundial. Haquín, que jugó en Deportes Melipilla y que actualmente pertenece al Ponte Preta de Brasil, accedió a una entrevista antes de subirse al bus. Está ilusionado, pero es cauto.
-¿Qué significa para ustedes ganar en Santiago?
"Para nosotros es gratificante porque he tenido la posibilidad de enfrentar a la selección chilena en muchas ocasiones y para mí es una grandísima selección, con grandísimos jugadores, con un gran cuerpo técnico y considero yo que ha conseguido importantes cosas a nivel selección. Es gratificante poder romper esa mala racha de casi 30 años con una selección que es muy importante, bicampeona de América, mundialista. Es un momento soñado para nosotros, hay que tratar de disfrutarlo con mucha responsabilidad. Sabemos que no hemos conseguido nada".
-El momento de Chile es muy distinto al de Bolivia.
"Chile no está consiguiendo los resultados que desea, pero no me queda ningún tipo de duda de que si siguen trabajando y soñando lo van a conseguir. He sido un fiel admirador de la selección chilena en su momento y lo ratifico ahora, cuenta con grandísimos jugadores".
-Al principio ustedes no estaban entre los candidatos, pero ¿se animan a soñar con el Mundial? El último al que fueron fue el Estados Unidos 1994.
"Hemos soñado siempre. Quizá los resultados no han sido los deseados, veníamos de tener una Copa América que considero que se distorsionó por los resultados, veníamos de pasarla mal. Convivir en las críticas es parte de esto, a pesar de eso hemos seguido trabajando. Tuvimos un gran partido en El Alto (contra Venezuela) que nos permitió tener un estado anímico importante para venir a hacer un partido correcto a Chile".
- A propósito del estadio El Alto, hay muchas críticas por jugar ahí, debido a la altura. ¿Qué piensa de eso?
"Las críticas las acepto. Lo que pueda pensar una persona en relación a nuestra localía es totalmente respetable. Pero nosotros tenemos que jugar donde vivimos. No conozco una selección que no juegue en su país. A nosotros geográficamente nos tocó eso. Jugamos en nuestro país y nosotros tenemos que decir donde jugamos. El día de mañana jugaremos en Santa Cruz, en Cochabamba, en El Alto, pero es nuestro país. Cada rincón de nuestro país merece ver a su selección.
Soy un convencido que la altura tampoco juega sola, porque han habido selecciones que han ido a hacer un gran trabajo allá, que han sacado puntos allá, como Chile. Aceptar las críticas, quizá uno no las comparte, pero tratar de respetarlas".
La jugada de la polémica
El partido tuvo una jugada muy controversial. Bolivia estaba ganando 1-0 y el golero Carlos Lampe salió de la portería a rechazar un balón. Sin embargo, cayó fulminado sin que nadie lo tocara y Eduardo Vargas anotó con todo el arco a disposición el empate parcial.
Los bolivianos se fueron encima de Vargas para encararlo. Estaban furiosos porque el delantero decidió continuar la jugada. Horas después se supo que Lampe había sufrido una grave lesión en el tendón de Aquiles.
A Haquín le preguntaron por lo que pasó. Optó por no armar un escándalo. "No voy a hablar, no voy a dar una opinión, eso es criterio de cada uno. Si Eduardo decidió eso, es respetable", apuntó.
