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Katherinne Wollermann cuenta lo que le ocurrió en la meta al ganar el oro en los Paralímpicos y rememora la negligencia que cambió su vida

La chilena brilló en París 2024.

03 de Octubre de 2024 | 14:27 | Redactado por Claudio Ortega, Emol
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Emol/Agencias
Ha pasado casi un mes, pero ver nuevamente las imágenes la emociona. Katherinne Wollermann jamás olvidará París 2024. Le dio a Chile la medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de la capital.

A sus 32 años se subió a lo más alto del podio, el que ya había ocupado con el tercer lugar de Tokio 2020 en la misma categoría KL1 del canotaje.

"El calentamiento, la competencia, luego las entrevistas, la ceremonia, todo tan rápido que no se da cuenta hasta que ya llega un descanso, las vacaciones y ahí dice: Chuta, lo logré. Uno a veces está tan sometido en la rutina, en el día a día, que la gente se encarga de recordarte lo que lograste", rememoró en entrevista con Agenda Deportes de EmolTV.

La deportista nacional se emocionó al revivir su triunfo. "Es muy diferente a cómo se vive en el deportista, a cómo se ve desde el espectador. Yo sentía que partí mal, que iba mal. Pero días después lo vi y no era lo que pensaba. Yo no sentía que iba bien y verlo fue un choque para mí", confesó.

Su oro dejó imagen. Se volcó al llegar a la meta y tuvo que ser asistida de inmediato. ¿Qué pasó?

"Normalmente me doy vuelta porque tengo muchos espasmos, es normal que me ocurra porque voy tratando de remar y el movimiento hace que me desequilibre, entonces cuando paro, tengo que sostenerme en el agua o caerme para regresar. Al caer aviso que estoy bien y pregunto con mis dedos qué lugar saqué, me respondieron y ahí ya luego salí. Son espasmos, movimientos involuntarios de la musculatura y eso el cuerpo lo siente, pasa por una sobre exigencia en lesiones complejas como la que tengo", explicó.

"Durante la competencia los espasmos me provocan mucha inestabilidad, yo al moverme con el músculo rígido, no lo puedo hacer dinámicamente, entonces debo controlar eso que también me limita el aire. Hay limitancias en el equilibro, la respiración y otros factores, pero son cosas que se entrenan y
están los resultados", agregó.

La vida de Wollermann cambió a los 19 años. Entró al hospital por una fiebre y salió sin volver a caminar. No sabían qué tenía. Pasaron meses para conocer qué había pasado.

"Caí al hospital regional por el 2012 por una infección, pensé que me daban algo y me iba a la casa, pero pasé siete meses ahí. Fue por una fiebre. Ya tenía infecciones anteriores y todo eso me hizo que dejara de sentir las piernas, estuve en la UCI, sufrí dos paros cardíacos", recordó.

"Cuando vine a Santiago ya supe lo que tenía, pero no había mucho que hacer, ya llevaba siete meses. Era un caso complejo. La doctora salió y me dio dos noticias, una buena y otra mala. Una era que no volvería a caminar, pero lo sabía porque llevaba nueves mes. La buena fue que al fin tenía un diagnóstico. Fue muy doloroso. Me dolió, fue triste. Adquirir una capacidad es mucho más dolorosa que tenerla porque ya conocías una forma de vida y te cambia. Eso es muy difícil", añadió.

Pero el deporte le devolvió la alegría. Probó en varios, pero finalmente el canotaje fue lo suyo. Y acertó.

"Estuve un mes tratando de subirme a una embarcación. Cuando lo hice dije aquí estoy, esto demuestra que puedo. Después fui a la palada y no pude. No lo lograba y otra vez los problemas... Ahora ya logré lo que cualquier deportista quisiera. El otro día me pregunté: ¿Qué hago ahora? Me gusta tanto lo que hago, tanto como deportista como ser humano, que tengo mucho por seguir logrando. Hay Kathy para rato, me proyecto para Los Ángeles".

Revisa la entrevista completa


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