Escándalo en la Nations League. Este viernes la selección de Rumania recibió a Kosovo en Bucarest, pero el encuentro tuvo que ser suspendido cuando el marcador estaba cero a cero en el minuto 93.
Tras un áspero cruce entre Denis Alibec y Amir Rrahmani, capitán de los visitantes, se desató una pelea entre jugadores de ambos equipos.
La tensión se trasladó a las tribunas. Los aficionados locales comenzaron a gritar: "Serbia, Serbia, Serbia".
Ese grito provocó la indignación de los futbolistas kosovares, quienes se retiraron de la cancha. Los rumanos, en cambio, se mantuvieron en el terreno de juego esperando la reanudación del encuentro.
El conflicto político entre Kosovo y Serbia tiene larga data y ha marcado a fuego la historia de los Balcanes. Kosovo, que tiene una población de mayoría albanesa, luchó por su autodeterminación y en 2008 declaró su independencia de Belgrado.
Ya antes del partido de este viernes entre Rumania y Kosovo hubo problemas. El año pasado los mismos equipos se enfrentaron y el duelo estuvo parado 50 minutos por cánticos de "Kosovo es Serbia".
Rumania es uno de los países que no reconoce la independencia de Kosovo.
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