Chile derrotó 4-2 a Venezuela, dejó de ser el colista de las Clasificatorias y aún sueña con ir al Mundial. El partido se jugó en el Estadio Nacional y hubo un ambiente muy especial. Por momentos hasta parecía que la "Roja" era el visitante.
Los venezolanos son la comunidad extranjera más grande en el país y la expectativa por ver a la selección llanera era alta. La ANFP informó que solo se vendieron 2.900 entradas a los hinchas de la "Vinotinto", pero en el reducto de Ñuñoa hubo alrededor de ocho mil y se ubicaron en la Galería Sur y en un codo de la tribuna Andes.
"Como en casa", escribió la cuenta oficial de la selección venezolana en sus redes sociales junto a un video de los jugadores en la cancha del Nacional.
Cuando se anunciaron las formaciones, Yeferson Soteldo y Salomón Rondón recibieron las ovaciones más grandes del público visitante. Por el lado de Chile, Arturo Vidal fue el más aplaudido. Sin embargo, ese fervor por el "Rey" quedó opacado por las pifias que provenían de la barra rival.
"Vamos que esta noche tenemos que ganar", "Sí se puede", cantaban con fuerza los forasteros y se hacían sentir. Hubo mucha emoción cuando sonó el himno de Venezuela.
Los goles de Jefferson Savarino y Rubén Ramírez provocaron una explosión de júbilo en el sector sur del estadio. En la tribuna Pacífico, en cambio, hubo tensión. Allí también se instalaron seguidores de la "Vinotinto" y realizaron varios gestos provocativos. Cuando Lucas Cepeda convirtió el 2-2 los chilenos les fueron a gritar el tanto.
Ya en el segundo tiempo, a poco del final y con la "Roja" arriba por dos tantos de diferencia, fanáticos de Venezuela dejaron el estadio. "Chao, chao, chao", les gritó la hinchada local. Luego, comenzó un polémico canto: "Porom pom pom el que no salta es un venezolano ...".
Ese mismo cántico le ha traído varios problemas a Chile en el pasado y le ha costado castigos. Por lo mismo, la ANFP colocó un lienzo en el sector norte que decía "No más porom pom pom, sanción de cuatro años". No surtió efecto.
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