"La manera en que se gestionó este aviso me parece profundamente irrespetuosa e informal, y considero que no corresponde ni a mí ni a ningún otro trabajador de la comuna", decía Martín Vargas esta semana en una carta.
El legendario ex boxeador fue despedido de la Municipalidad de Maipú. Un accidente sufrido a mitad de año le impidió seguir su labor. Después de más de 20 años lo cesaron.
El ex púgil reclamó por su despido. Incluso, aseguró que funcionarios de la municipalidad se burlaron de él en una reunión.
"Sufrí una dificultad para continuar mi discurso, algo que forma parte de las secuelas del accidente. En ese momento, los funcionarios presentes se burlaron de mí, demostrando una falta de empatía y respeto hacia mi persona y mi trayectoria", relató.
Pero horas después de dar a conocer su desvinculación, la historia de Vargas y la Municipalidad de Maipú cambió.
"Teniendo en cuenta el bienestar del reconocido deportista y en virtud de los antecedentes mencionados, la Municipalidad de Maipú propuso como opción brindarle un aporte económico permanente", señaló el municipio.
¿Cuál es el plan entonces? El ex boxeador seguirá trabajando en Maipú, aunque con otro rol ante las dificultades que mantiene tras el atropello que sufrió hace unos meses.
"Considerando el entusiasmo por continuar contribuyendo al desarrollo deportivo de las y los jóvenes de la comuna, el Sr. Vargas junto con su familia sostuvieron una reunión con la Dirección de Desarrollo Comunitario en la que ambas partes acordaron la renovación del contrato de su trabajo, con el compromiso de garantizar el cumplimiento de sus labores como monitor de boxeo en el Gimnasio Polideportivo Martín Vargas Fuentes de Maipú", detallaron.