Rafael Nadal es una leyenda del tenis. Una carrera brillante. Ya retirado, el histórico ahora ex jugador compartió una potente carta repasando detalles inéditos de su historia.
"Una lección que todavía tengo grabada", inicia el texto compartido en el medio The Players Tribune. Rememora lo que le pasó a los 12 años.
"Recuerdo que, de vuelta a casa, estaba llorando en el coche y mi tío, que a esa corta edad tuvo una gran influencia en mí y que fue quien hizo que me enamorase del tenis, me dijo: '
Está bien, es solo un partido de tenis. No llores ahora, no tiene sentido. Si quieres pescar, puedes pescar. No hay problema. Pero entonces perderás. ¿Y si quieres ganar? Si quieres ganar, lo primero es lo primero'. Fue una lección muy importante para mí. Si la gente me ve como un perfeccionista, es también por esa llamada interior que sentí aquel día en el coche de regreso a casa. Esa voz nunca me ha abandonado. Un día puedo estar en el mar, pero hoy y mañana; tenía que entrenar", compartió.
También habla del día en que le dijeron que lo más probable es que no pudiese jugar más al tenis. Tenía 17 años cuando se lesionó.
"Pasé muchos días en casa llorando, pero fue una gran lección de humildad y tuve la suerte de tener una familia que siempre han estado y están muy cerca de mí en todo y sobre todo mi padre, la verdadera influencia que he tenido en mi vida, que siempre fue muy positivo", dijo.
Nadal hizo otras revelaciones. "No lo había contado hasta ahora", expuso en el texto.
"La imagen que transmití al mundo no siempre fue lo que sentía por dentro. Hubo momentos en la pista en que tenía problemas para controlar la respiración y no podía jugar a mi mejor nivel. No tengo problema en admitirlo ahora. Al fin y al cabo, somos seres humanos, no superhéroes", indicó.
Hubo momentos duros en los últimos años de la carrera del laureado tenista español.
"Hubo meses en los que pensé en tomarme un descanso absoluto del tenis para limpiar mi mente. Trabajé en ello cada día para mejorar, lo superé mirando siempre hacia adelante y, poco a poco, volví a ser yo mismo. De lo que estoy más orgulloso, a pesar de haber luchado, es de que nunca me rendí, siempre di el máximo", contó.
"El jugador que se ve en el centro de la pista con un trofeo es una persona agotada, aliviada, feliz, agradecida, pero sólo una persona. Afortunadamente, no llegué al punto de no poder controlar cosas como la ansiedad, pero todos los jugadores pasan por momentos de dificultad para controlar la mente y cuando eso sucede es difícil tener el control total de tu juego", anadió.
Nadal recordó su título de Roland Garros 2005, el primero tras vencer en la final al argentino Mariano Puerta. También se acordó de la Copa Davis del año anterior, cuando tenía 18 años y fue la revelación al vencer en la definición al estadounidense Andy Roddick, el número 2 del mundo. Mencionó incluso a Chile entre sus gratos recuerdos.
"Tampoco olvido torneos como Madrid y Barcelona en mi país, Indian Wells , Miami o Cincinnati, donde llegué por primera vez al puesto número 1 del Ranking ATP. El hermoso y para mi siempre especial torneo de Montecarlo, la sensación de cercanía de Roma, Shanghái y Pekín con esa increíble afición… Canadá, México, Chile, Brasil, mis primeros días en Buenos Aires… ¡Hay tantos!", cerró.