A Eduardo Peñailillo una sonrisa le cruza el rostro. Fue un excelente año para él. El delantero de Provincial Talagante fue escogido recientemente como el mejor futbolista amateur de Chile por el Círculo de Periodistas Deportivos y se convirtió, además, en el goleador histórico de la Tercera División con 102 tantos.
Peñailillo es de Peñaflor. Lleva el pelo corto a los lados y un jopo clásico. En el barrio le pusieron "Chispa" porque era inquieto y prendía rápido, cuenta entre risas.
"Edu" no se dedica solo al fútbol. Simplemente no puede. Trabaja en lo que salga. Muchas veces ha ido a la feria a vender.
"He trabajado de comerciante, mi padre tiene un puesto y trabajaba en la feria con él. Vendía fruta, pura fruta. Trabajar en la feria era lo mejor para mí. Como estaba con mi papá, tenía el permiso por si algún día necesitaba ir a entrenar en la mañana. Siempre me las he buscado para pagarme mis cosas, para tener para el día a día acá en mi casa", le comenta a Emol.
Como ahora está de vacaciones en el club, el delantero dejó momentáneamente de ir a la feria. Pero se consiguió otro trabajo, en un packing. Hace solo turnos de noche, frecuentemente de ocho a ocho. Mueve cajas que luego son llenadas con cerezas.
No ha sido fácil para Peñailillo. Echa a rodar la memoria. Dice que el momento más difícil de su carrera fue cuando era adolescente. Estaba en las inferiores de Deportes Melipilla y creía que iba para arriba. Pero algo se torció de manera inesperada.
"Me quería Everton y Melipilla no me quiso dar el pase, tuve algunos problemas con el director técnico. El 'profe' en ese momento me dijo que había sido una falta de respeto lo que hice y quería en junio recién inscribirme, para jugar solo el segundo semestre. Yo venía haciendo una gran campaña. En la Sub 16 salí goleador de mi serie, uno de los mejores jugadores. Fue duro, no fue fácil. Tenía la ilusión de subir un escalón más arriba, era mejor para mí, pero no se dieron las cosas", afirma.
Al enterarse que iba a ser castigado, prefirió irse de los "Potros". Orlando Amigo, ex jugador de Colo Colo, lo llamó para que fuera a Provincial Talagante. Fue un cambio brusco para él. Por ese entonces, tenía 17 años y le tocó enfrentarse a rivales más grandes, férreos, que le hicieron sentir la aspereza del fútbol amateur.
En los "Brujos" lo recibió Cristián Mora. El histórico ex jugador de la U le repetía que, pese a todo, mantuviera la mentalidad ganadora. Peñailillo poco a poco se fue acostumbrando a Tercera División y su nombre comenzó a aparecer de manera constante en la tabla de goleadores de los torneos. Hubo algunas posibilidades de dar el salto a clubes profesionales, pero faltó algo de suerte.
"Jugamos unos amistosos contra la U. Yo en ese tiempo era Sub 19 y me iba a sumar al equipo juvenil de la U, pero no alcanzaron los cupos para inscribirme. Llegué tarde a la inscripción. Después de la U me llamó Cauquenes, que estaba en Segunda Profesional en ese tiempo y Luis Musrri era el técnico. Pero estuvo el tema de la pandemia y todos para la casa. Se acercó el Rodelindo Román también, pero no hubo nada concreto", manifiesta.
En total, el "Chispa" ya lleva seis temporadas en Provincial Talagante. Sin embargo, hace poco estuvo cerca del retiro, aunque no porque él quisiera.
"El año pasado el torneo era solo Sub 23 y yo cumplía el límite de edad. Ahora tengo 24. Me hicieron una despedida en Talagante, sentí mucha nostalgia en ese momento. Dije 'voy a tener que proyectarme en otras cosas'. Pero para este año dieron unos cupos para jugadores sobre los 23 y así pude seguir", relata.
"Edu", que además está estudiando para ser técnico, aún no tiene del todo claro qué pasará con él la próxima temporada. Le gustaría ganar un título con los "Brujos", conseguir un ascenso.
Pero también tiene otro anhelo. Uno muy potente, aunque reconoce que es algo difícil. Sin embargo, su familia le dice "no le bajes, no te eches a morir".
"Mi sueño es llegar a jugar profesional. Ganar algo importante. Tengo la espinita de Melipilla. Si hubiera aguantado un poquito más podría haber estado en el primer equipo. Sé que estamos pasados de edad, pero dicen por ahí que algunos dan la vuelta larga. Se puede cumplir, tengo ese objetivo. Hay casos como Yonathan Andía. Él venía de Tercera División y debutó en el profesionalismo. Mi abuelo quería que llegara a ser profesional. Él ya no está conmigo, pero hay que cumplirle esa promesa que le hicimos", asevera.
Entremedio de los turnos en el packing, el "Chispa" sale a trotar, se da una ducha y trata de dormir antes de iniciar otra jornada laboral. En ese momento, siente que su vida puede cambiar pronto.