La gimnasta rumana Ana Barbosu, bronce olímpico en París 2024, anunció este miércoles que se traslada a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Stanford, pocos meses después de protagonizar una polémica final olímpica que generó tensiones con el equipo estadounidense.
"¡Parece casi surrealista anunciar que he sido aceptada en la Universidad de Stanford! Muchas gracias por organizar una visita oficial que me inspiró de forma profunda en un ambiente tan cálido y acogedor, que se siente como una familia. No puedo esperar para unirme a esta increíble familia", anunció Barbosu en sus redes sociales, en una publicación que recibió al instante miles de "me gusta".
La decisión tomada por la gimnasta de 18 años
ha sorprendido a algunos de sus admiradores, porque fue duramente criticada en Estados Unidos tras la polémica en los Juegos Olímpicos de 2024.
Barbosu ganó la medalla de bronce en suelo, al prosperar el recurso presentado ante el TAS contra la revisión de la nota de la estadounidense Jordan Chiles.
La rumana consiguió la tercera mejor nota en la final de suelo (13,700), y por tanto la medalla de bronce, por detrás de la brasileña Rebeca Andrade (14,166) y de la estadounidense Simone Biles (14,133).
Pero Jordan Chiles, la otra estadounidense finalista, presentó una reclamación por su nota original de 13,666, que la había situado en quinta posición. Los jueces atendieron su demanda y le dieron un 13,766 que la mejoró dos puestos. Barbosu se quedó sin podio.
La europea estaba celebrando su medalla de bronce cuando apareció en los marcadores la nueva nota de Chiles. Al verla, a la rumana se le cayó la bandera de las manos y comenzó a llorar.
El equipo rumano apeló al Tribunal de Arbitraje al considerar que la reclamación de Chiles se presentó fuera del plazo de un minuto que permiten las regulaciones de la federación internacional (FIG); en concreto, al minuto y cuatro segundos.
El caso no está totalmente cerrado porque Chiles apeló la decisión del TAS ante la corte suprema suiza, única que podría revertir la decisión del tribunal de arbitraje.
La legendaria gimnasta Nadia Comaneci se mostró indignada por la situación que se dio en la final.
"No me puedo creer que juguemos de esta manera con la salud mental y las emociones de las deportistas. Protejámoslas", pidió Comaneci, residente desde hace décadas en Estados Unidos pero siempre muy implicada en apoyar a las gimnastas de su país.