Emil Feuchtmann es una leyenda del balonmano chileno. Fue uno de los primeros nacionales en llegar a la elite en Europa y hoy con 41 años sigue jugando en España.
Feuchtmann se retiró de la selección, con la que jugó varios mundiales, luego de obtener la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de 2023. Dice que no se arrepiente de su decisión, pero sí reconoce que hubo situaciones que le disgustaron mucho en sus últimos partidos.
"Para mí fue una vergüenza Santiago 2023 en cuanto al balonmano. Una vergüenza en cuanto a organización, en cuanto al gimnasio, que incluso se llovió en el partido de las chicas por el tercer lugar, se tuvo que suspender y jugar tres horas después. El alojamiento fue un desastre. Una vergüenza. Yo pasé vergüenza como anfitrión", afirmó en entrevista con Agenda Deportes Emol TV.
El destacado deportista recordó que el balonmano se desarrolló en Viña y no en Santiago como él y sus compañeros pretendían.
"No estuvimos en la Villa Panamericana. No jugamos en Santiago. Somos el deporte colectivo, al margen del fútbol, que más éxitos ha traído a Chile y al que peor se trató en los Juegos Panamericanos. Fue una auténtica vergüenza. No hablo de los Panamericanos en general, fue una buena fiesta para el deporte en Chile, hablo de la experiencia del balonmano. Me da vergüenza. La gente ni siquiera tenía calefacción en el lugar donde estábamos. Argentina se fue de la concentración y se fueron a buscar un hotel en Viña del Mar. Nosotros estábamos pidiendo perdón por las condiciones que tuvimos", expresó.
"A nivel de asistencia, el marco fue increíble. La gente respondió, se llenó y mucha gente quedó fuera. Había un fondo detrás del arco que no se pudo liberar y no se vendió. Hubo familiares míos que quedaron fuera. Perdimos una oportunidad única. El gimnasio estaba lleno antes de comenzar el partido, cosa que nunca se había visto, pero con un sabor agridulce, porque pudo ser muchísimo mejor. Para mí fue una pena que no aprovecháramos para hacer algo mejor. Fue mediocre", agregó.
La cultura deportiva en Chile
Feuchtmann, que lleva 20 años viviendo en Europa, hizo una reflexión sobre la cultura deportiva en Chile.
"Tenemos vecinos que son de Argentina, un país con un nivel económico peor que el nuestro y tienen una cultura deportiva muchísimo mayor. Una cosa lleva a la otra. La empresa privada en Chile se involucra poquísimo con el deporte. No apuesta por el deporte. Yo lo veo como papá ahora. Yo quiero que mi hijo haga deporte, que esté bien, si tengo una empresa voy a intentar apoyarlo, pero en Chile no se ve el deporte como un valor real. No solo el deporte, si no que las artes en general. Se dejan de lado, se menosprecian, piensan que es caridad", relató.
En ese sentido, aseguró que la situación en otros países es muy distinta.
"Tú ves en el mundo, en Estados Unidos y Europa, el deporte tiene un retorno en la sociedad, tiene un retorno económico, tiene un retorno en cuanto a la posición de una marca. Se monetiza. En Chile no se entiende eso. La empresa no lo entiende, los mismos clubes no hacen productos atractivos para que la gente invierta. No hay un solo culpable, es algo transversal. Viendo como son las cosas en Europa o en Estados Unidos, el deporte juega una parte fundamental en la sociedad. Tú quieres que tu hijo esté jugando un deporte y no esté en la calle o saliendo de fiesta. Yo lo veo ahora con mi hijo. Entrena todos los días. Probablemente toda su vida va a girar en torno al handball. Ese para mí es el mayor valor, sea profesional o no. Le va a otorgar una serie de valores invaluables. En Chile no se ve eso. El Estado sí que invierte, pero la empresa privada no apuesta por eso. Nosotros tenemos un club en Chile y cuando vas a pedir plata la gente se echa para atrás", aseveró.
Todo eso hace que Feuchtmann tenga decidido radicarse en España. Ya tiene negocios allá en el mundo de la construcción y también una pizzería.
"Yo tengo toda mi familia aquí. Mis papás se vinieron a vivir acá. Me encantaría vivir en Chile, pero apostamos todas las fichas por acá. Por nivel familiar, nivel deportivo. Quiero que mi hijo se crie aquí, tenga esas oportunidades a nivel deportivo y por eso estamos acá. Me encantaría que esto pase en Chile. Como te decía, tenemos un club en Chile y estamos remando hace un montón de tiempo para que las cosas funcionen, pero es súper complicado", manifestó.