Nicolás Jarry (47°) no logra reconducir el mal momento que vive su carrera.
Después de haber logrado el mejor resultado de su trayectoria en mayo de 2024, cuando llegó a la final del Masters 1000 de Roma y alcanzó también su mejor ranking (16 del mundo), todo se comenzó a torcer.
La actual raqueta número 2 de Chile sufrió a mediados del año pasado una neuronitis vestibular, en palabras simples, una inflamación del nervio vestibular,
componente del oído interno encargado de controlar el equilibrio y la coordinación.
La recuperación fue más lenta de lo esperado ya que
la enfermedad afectó su estado físico y mental, arruinando por el camino su temporada. "Nico"
solo ganó tres partidos el resto del año, con un récord de 3-12, incluyendo caídas en primera ronda en Roland Garros, Wimbledon, Juegos Olímpicos y el US Open.
El arranque de 2025 parecía una buena oportunidad para resetear, pero los resultados tampoco lo acompañaron. Si bien tuvo un inicio alentador con unos cuartos de final en el ATP 250 de Brisbane y una decorosa derrota en primera ronda del Abierto de Australia ante el 1 del mundo Jannik Sinner, las dudas volvieron.
Primero sufrió un cuadro viral a horas del debut en la serie de Copa Davis ante Bélgica en febrero. La situación lo obligó a bajarse del primer día de acción, comprometiendo las chances del equipo nacional en la confrontación que acabó de manera escandalosa.
La gira de arcilla de Sudamérica que históricamente ha sido positiva para él, aparecía como otra chance para recuperar confianza, pero fue lo contrario.
En Buenos Aires, donde había llegado a la final el año pasado, cayó en primera ronda ante el ahora retirado Diego Schwartzman, en una pobrísima presentación. Luego, en Río de Janeiro sucumbió en segunda vuelta ante Francisco Comesaña y en Santiago también se despidió en el debut ante Camilo Ugo Carabelli.
Para peor, en el Chile Open sufrió una fractura en el dedo meñique de su pie derecho, con devastadoras consecuencias. Se vio obligado a ausentarse de Indian Wells, y en las últimas horas anunció su deserción de Miami, los dos primeros Masters 1000 de la temporada.
En el torneo del estado de Florida defendía cuartos de final del año pasado, lo que le provocará otra dramática caída en el ranking ATP.
Sin esos 200 puntos saldrá del top 50 por primera vez desde mayo de 2023, casi dos temporadas.
Luego de bajarse de Miami, el chileno expresó que su retorno está previsto para el ATP de Bucarest, torneo que comienza el 31 de marzo en la semana que dará inicio a la gira europea de arcilla.
"A seguir con la recuperación. Mi próximo torneo a la vista es Bucarest. Espero llegar bien, tengo dos semanas para recuperarme y haré todo lo posible para estar bien, en condiciones para volver a competir y recuperar mi nivel", afirmó.
La semana siguiente al torneo de Rumania aparece anotado en el Masters 1000 de Monte-Carlo. Más adelante en el horizonte, están Madrid y Roma. En el foro itálico deberá defender los 650 puntos de la final del año pasado, que al terminar Miami comprenderán casi dos tercios de los puntos que tendrá en el ranking el tenista nacional.
Un panorama alarmante, a 10 meses de las dos mejores semanas de su carrera.