La historia del norteamericano de 24 años es particular. Llegó a ser 33 del mundo, pero las lesiones y una suspensión por saltarse controles antidopaje lo hicieron perderse más de dos años de competencia.
Además, ante de volver al tenis en enero de este 2024, hizo una fuerte confesión en redes sociales. "Es hora de compartir algo que he mantenido en silencio toda mi vida. Me diagnosticaron un trastorno del espectro autista grave cuando era muy pequeño. No hablaba hasta los cuatro años. Tuve que hacer cuarenta horas semanales de terapia intensiva. Mi madre nunca se rindió e hizo todo lo posible por ayudarme. Sin ella, no estaría donde estoy hoy. Tengo la suerte de tener unos padres que se negaron a darse por vencidos", escribió.